Psicología

Perdona si te ofrezco ayuda

En realidad, ni ofrecer, ni pedir ayuda resulta siempre tan sencillo como puede parecer. En concreto, existe un importante porcentaje de menores que se resisten a ser orientados, bien por ser cabezotas, bien por sobrevalorar sus capacidades o, a veces, por infravalorar las capacidades de sus bienintencionados padres.

Y es que, si a lo largo de toda nuestra trayectoria vital las personas tendemos a sobrevalorar nuestras capacidades, en los años de juventud esta habilidad goza de su máximo esplendor.

Los estudios sobre el optimismo así lo demuestran, al ser entrevistado un grupo de conductores, el 93% pensaban que conducían mejor que la media, cuestión del todo imposible, pues no todo el mundo puede estar por encima de la media. En otro estudio, a pesar de que las estadísticas de separación rondan el 40 % de los casados, en un grupo de recién casados evaluados, la estimación sobre su posibilidad de separarse era próxima al cero por ciento.

La neuropsicóloga del laboratorio de ciencia afectiva del University College London Tali Sharot, se ha dedicado a estudiar cómo las inferencias realizadas sobre el futuro y, más específicamente, el optimismo influyen en la toma de decisiones a corto plazo. Sus resultados muestran claramente que en esto los adolescentes son todo arte. Si mi expectativa viene a decir que al final del curso voy a apretar, a estudiar sin descanso y a conseguir unas buenas calificaciones ¿para qué voy a estudiar ahora?

En general, esta sobreestimación de la probabilidad de ocurrencia de acontecimientos positivos no sucede sólo en la adolescencia, sino que ocurre a lo largo de toda la vida. Sólo así, se puede entender que algunos sigan fumando a pesar de las graves advertencias que hacen las autoridades competentes o que muchos se empeñen en transgredir las normas de tráfico a pesar de los numerosos fallecidos en accidentes que vemos cada fin de semana.

Así que perdona si te ofrezco ayuda y te animo a que hagas una valoración más pormenorizada de tus capacidades para que no asumas riesgos excesivamente elevados que te puedan conducir al fracaso o la decepción. Por el contrario, una adecuada valoración de las capacidades te permite, en la medida de lo posible, tomar decisiones que te puedan facilitar el éxito y la satisfacción.

Tomar una decisión es más una cuestión de reflexión que de valor. Desafortunadamente, no todos los objetivos son alcanzables para todos. Tomar la decisión más adecuada requiere en primer lugar conocer el objetivo que se quiere alcanzar con el mayor detalle posible, en segundo lugar, estudiar todas las posibles alternativas que nos permitirán llegar hasta él considerando, además, los costes de cada una de ellas y, en tercer lugar, valorar si estamos preparados para las exigencias que plantea la alternativa elegida.

En este sentido, las vacaciones escolares representan un periodo de descanso que permite tomar perspectiva sobre el futuro para, así, ir estudiando cuáles son las metas a alcanzar y los mejores caminos para hacerlo. Espero y deseo que, durante este próximo periodo estival, junto a un buen número de satisfacciones consigáis el mejor de los caminos a seguir durante el próximo año escolar.

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