El Cuerpo Nacional de Policía ha extremado la vigilancia ante lo que, por ahora, es el mayor problema de seguridad ciudadana en la Feria: los hurtos, especialmente, de teléfonos móviles de alta gama, se han disparando durante los primeros días. Ya no se trata de simples despistados  que se lo dejan encima de una mesa y luego lo encuentra un amigo, sino de grupos organizados de extranjeros que están haciendo razzias por las diferentes ferias que se están celebrando en Andalucía.

La Policía ha detenido ya a dos personas como presuntas autoras de hurtos de gran cuantía. Ambos son extranjeras y procedían de Granada, según ha podido conocer este medio. La comisaría ha reforzado los servicios de paisano para detectar e intervenir cuando se detecten a sospechosos. Como ya ha divulgado este medio, el método más habitual que emplean estos amigos de lo ajeno es depositar un papel encima del objeto a robar, donde se pide ayuda y, aprovechando que el ciudadano busca algún dinero para ayudar o comprar algún producto (flores, tabaco...) le vuelan el teléfono.

La comisaría ha recibido numerosas denuncias por estos hurtos que se están extendiendo como una plaga por los recintos feriales tanto como ha crecido la venta (legal, por supuesto) de ‘smartphones’ y resto de teléfonos inteligentes. El elevado valor que tienen este tipo de terminales ha hecho que los amigos de lo ajeno se estén centrando en este tipo de hurtos desechando carteras y gafas, que eran los clásicos de ferias precedentes.

Junto a ello, la Policía Local informó de la detención de otra persona, identificado como G.T.H., en actuación conjunta con la Policía Nacional, y al que se le intervinieron varios teléfonos móviles así como otros enseres. El robo se produjo en un establecimiento de la zona Norte. Los agentes apreciaron cómo se había forzado una reja y a una persona en el interior del comercio con una linterna.