Coronavirus en Jerez

El Real sigue ganando adeptos

  • Numerosas barriadas y zonas de la ciudad celebran su particular Feria del Caballo engalanando balcones y terrazas

Una terraza de una barriada jerezana, perfectamente engalanada.

Una terraza de una barriada jerezana, perfectamente engalanada. / Pascual

Conforme avanzan los días, el recuerdo de lo que pudo ser y no ha sido, se ha apoderado de muchas zonas de Jerez, cuya Feria del Caballo debería haber empezado en la noche de ayer. Sin embargo, lejos de amilanarse, muchos barrios, urbanizaciones y calles de la ciudad se han engalanado como si del mismísimo reciento ferial se tratase.

La alegría de los vecindarios, que a veces recuerda a aquellas verbenas de antaño en las que se mimaba cada calle cuando llegaba la época festiva, ha inundado muchas zonas de la ciudad, hasta el punto de que en la noche de ayer, coincidiendo con lo que debería haber sido el encendido del alumbrado, la fiesta desde los balcones fue notable.

Una imagen de la calle Tornería. Una imagen de la calle Tornería.

Una imagen de la calle Tornería. / Pascual

Farolillos y banderines han pasado a convertirse en elementos decorativos de muchas terrazas, a veces elaborados de forma casera, y otras veces gracias a esas múltiples campañas que muchas bodegas jerezanas han comenzado a poner en marcha, en las que por la compra de una serie de botellas te regalan todo el material ornamental.

Sombreros cordobeses, telas de lunares, mantones, trajes de flamenca o cartulinas aludiendo los frontales de una caseta de feria también asoman por las barriadas jerezanas, unas barriadas en las que no falta la música, sevillanas y rumbas, un sonido que en ocasiones corre por cuenta del clásico disc-jockey de la urbanización (muy de moda con esto del confinamiento) y otras veces va por cuenta de cada vecino.

Otra imagen de una ventana transformada en caseta. Otra imagen de una ventana transformada en caseta.

Otra imagen de una ventana transformada en caseta. / Pascual

No es de extrañar que ayer al filo de las diez de la noche y pese a la climatología, muchas zonas se convirtieron en una auténtica feria, igual que algunos domicilios particulares, cuyos dueños enseñan orgullosos a través de las redes sociales, todo el trabajo desarrollado.

Como en todo, también hay metepatas o incívicos que aprovechan este tipo de situaciones para saltarse el confinamiento y convertir, lo que debe una fiesta en cada casa, terraza o balcón, en un encuentro más nutrido, algo que acabó (como ocurrió ayer en algunas zonas) con la Policía haciendo su labor.  Salvo eso, la Feria del Caballo se vive estos días en Jerez con un excelente ambiente.

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