Jerez

Del Río celebra con los cofrades su primer acto como arzobispo castrense

  • Trata en el pleno el asunto del Cristo, el Sábado Santo y los ocho años de relaciones cofrades

Fue un pleno que sonó a despedida por la circunstancia de su nombramiento, pero estaba convocado con anterioridad a conocer el mismo prelado su nombramiento. Así que el encuentro de los hermanos mayores celebrado ayer se convirtió en su primer acto como arzobispo castrense y como administrador apostólico de la diócesis. Como dijo Del Río, esto no era óbice para reunirse con las hermandades en un "grato encuentro", con los que representan a un "campo que he cuidado muy especialmente". Con un "no voy a echar ninguna regañina", el obispo empezó a desgranar su orden del día. Habló primero de lo que se suponía que iría la historia de ayer, las 'polémicas' de la pasada Semana Santa, el Cristo y el famoso pleno en el que se 'no votó' la posibilidad de sancionar a esta cofradía. Yendo por partes, los retrasos, a su juicio, tienen arreglo siempre que haya buena voluntad por todas las partes. Lo que sí dejó meridianamente claro- día atrás se lo dijo al hermano mayor cara a cara en su despacho- fue el asunto del homenaje musical del Viernes Santo en Rafael Rivero, "de lo que fui testigo", remachó el prelado para afirmar que "eso no se puede volver a repetir ni en esta hermandad ni en ninguna otra. Aquello desdice mucho por el día y las formas". Al hilo de esto hizo un llamamiento a los hermanos mayores para que "no se pierda que sois asociaciones de la Iglesia, que nos juzgan todos en la calle y también los que buscan el fallo". Directamente invitó al Cristo a que "viva estos meses -antes de la coronación canónica de la Virgen del Valle- sumando y no restando, uniendo a los hermanos", un aviso que recibió el hermano mayor, Antonio Yesa, presente en el pleno al que Del Río aseguró que será el que corone a la Dolorosa, zanjando así todo este enmarañado capítulo. De cara a este acontecimiento anunció el nombramiento de monseñor Repetto Betes como responsable de la liturgia de la coronación del primero de noviembre. El obispo riñó, entre comillas, a los presentes por su respuesta en el pleno de sanción donde hubo mayoría de votos en blanco. "Los hermanos mayores no pueden abdicar de la normativa, os he dado unas atribuciones y no tengáis miedo a ser sinceros. Las sanciones no son castigos, sirven para corregir", explicó en un tono conciliador para anunciar la creación de una comisión formada por el vicario judicial, dos miembros propuestos por la D elegación de Cofradías, otros dos por el Consejo y otros tantos por los hermanos mayores para sacar una normativa de procedimiento que evite situaciones como la vivida.

Habló también del Sábado Santo para reiterar lo que dijo el Domingo de Resurrección: "esto afecta más allá de la diócesis. Plantear el debate es desconocer la normativa de la Iglesia", haciendo hincapié en el sentido eclesial de las hermandades " y su obediencia de la fe".

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