Jerez

Rosario y la educación

  • Rosario López recibió el pasado jueves un reconocimiento por ser la primera mujer presidenta de un Ampa en Jerez

  • Aquí, un relato de su vida

Rosario López Rojas, Charito, nació el día antes de la Nochebuena de 1928, año en el que entre París y Nueva York se realiza la primera comunicación telefónica transatlántica y Federico García Lorca publica el Romancero gitano. La mayor de 9 hermanos, era raro no ver a Rosario con un libro entre las manos y a pesar de sus enormes ganas de estudiar, con tan sólo 10 años se tuvo que poner a trabajar para ayudar a la familia. De los 10 hasta los 22. Cuando era dependienta de un comercio se casó con Ricardo Galdón que ejercía de practicante.

Su hija Rosaura subraya de ella que heredó el buen humor de su padre y su gusto por la conducción. Y es que el padre de Rosario después de trabajar como chófer fue el que tuvo el taxi número 1 de Jerez con parada en la plaza Plateros.

La vida de Rosario se tambaleó cuando su marido falleció cuando ella tenía 32 años, 5 niños y estaba embarazada del sexto. Sólo heredó 1.000 pesetas, pero este revés tambaleó los cimientos de su casa pero no la tiró. Porque Rosario se levantó y aún en avanzado estado de gestación ocupó el puesto de trabajo de Ricardo y comenzó a recorrer la provincia, "siendo la primera representante y agente comercial colegiada de Jerez y una de las primeras de España". En una ocasión, cuando fue a visitar a un médico en Prado del Rey y éste la vio embarazada, la invitó a echarse en la camilla pensando que era una paciente, cuando ella fue a verle "porque vengo a enseñarle los productos que represento. No a una cita médica".

Tuvo una Velosolex, después se compró un Seat 600 gracias a que el doctor Rafael Ruiz Mateos la avaló para que el banco le diera el préstamo y tras 15 años trabajando para unos laboratorios de Zaragoza -que quebró-, comprobó que no la habían asegurado, quedándose sólo con la pensión de viudedad.

Rosario fue también encargada de una empresa de limpieza y en la década de los 80 y hasta su jubilación, se puso a vender productos, entre ellos, las baterías de cocina alemanas AMC, ganando varios premios a nivel nacional por el volumen de ventas.

¿Tenía Rosario tiempo para más? Sí. La educación para ella siempre fue un pilar fundamental y se convirtió en la primera mujer presidenta de una de las primeras Asociaciones de Madres y Padres (antes APA) de Jerez, el del colegio Federico Mayo. Durante diez años lideró el equipo de padres y junto al director del centro -del que la familia de Rosario guarda un grato recuerdo- Francisco Javier Fernández Azúar, implantaron una nueva forma de ver la asociación, "en la que los alumnos tuvieran actividades que desarrollaran su crecimiento personal y la educación no se quedara en lo puramente académico".

Quiso proporcionar la misma educación a todos sus hijos, haciendo un auténtico esfuerzo económico. Acabaron Bachillerato y cada uno eligió su camino: Ricardo pudo estudiar Peluquería en Barcelona; Gabriel, Periodismo; Rafael, electricidad; Rosaura, Puericultura; Gloria estudió Magisterio y Alejandro cursó estudió de Música (saxofonista).

El pasado jueves los Claustros de Santo Domingo fueron escenario de un acto de agradecimiento a la labor docente de los profesores del municipio que se jubilan este curso después de su trayectoria profesional. Y ahí, vestida de rosa estuvo Charito. No por haber enseñado con tiza en la mano, sino por haber educado a través del teatro, de las fiestas de fin de curso, de las excursiones, de su lucha por la igualdad. Este reconocimiento fue una propuesta de su hija Rosaura que fue inmediatamente acogida por la junta del Flampa, presidida por Geli Sánchez.

Mujer valiente y emprendedora, que vistió durante años de negro y que hoy brilla de rosa. A sus 90 años llegó un merecido homenaje por -como dijo su hija en una emotiva semblanza a su madre en los Claustros- "haber hecho tanto y ser como eres".

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