750 aniversario | congreso científico sobre la incorporación de jerez a la corona de castilla

Sábalos, vacas y otras 'finanzas'

  • La actividad económica jerezana de los siglos XIII al XVI centra la segunda jornada de la cita La pesca, la ganadería, la organización de los paisajes rurales y los impuestos son los protagonistas

Siguiendo el hilo de la historia, tirando de él, se llega hasta las tripas de una ciudad en el siglo XIII. Jerez y sus finanzas, las formas de pescar, la oligarquía, las relaciones con las villas vecinas, los paisajes rurales, las actividades pastoriles... Son los temas que se trataron ayer en la segunda jornada de este 'Congreso del 750 Aniversario de la Incorporación de Jerez a la Corona de Castilla 1264-2014', que se desarrollará hasta el viernes en los Claustros, y que está organizado por el Ayuntamiento, la Academia San Dionisio, la UCA y el Comisariado del 750 Aniversario.

El profesor de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla Antonio Collantes de Terán abrió la mañana con números y su charla 'Fiscalidad extraordinaria y finanzas del Concejo de Jerez en el siglo XV'. Las crecientes necesidades de la monarquía y de los concejos hizo que los recursos ordinarios para hacer frente a aquellas pronto fueran insuficientes, obligándoles a arbitrar ingresos extraordinarios, que en el siglo XV adquirieron una considerable regularidad en sus demandas. Jerez no fue una excepción. Un ejemplo de lo que causó estos ingresos extraordinarios fue el dedicado a gastos militares de muy diversa naturaleza. "Y surgen los debates en el seno del Cabildo sobre los sistemas de recaudación más idóneos para conseguir recaudar las cantidades demandadas, centrados especialmente en la disyuntiva impuestos directos o indirectos", apuntó el profesor.

Quizás uno de los temas "más desconocidos de la historia jerezana" que se expuso ayer, fue el de 'Las pesquerías jerezanas en el siglo XV: técnicas de pesca, especies y comercialización'. El doctor en Historia Medieval por la Universidad de Murcia Juan Abellán Pérez fue el encargado de desgranar el asunto, de una forma amena. "En la historiografía local -asegura- sólo he encontrado una breve referencia en la obra de Hipólito Sancho de Sopranis en su Historia social y económica de la Edad Media, en la que le dedica una página y media". El profesor recuerda que en este tiempo, las vigilias y cuaresmas prohibían el consumo de carne, así que el pescado tuvo una gran importancia, en un "enorme territorio, Jerez, que también tenía salida al mar como Matagorda, donde tenía algunas de sus pesquería, aunque no estuvieran en el término de Jerez". Un hecho que determina que alguna de estas pesquerías, como la de Casarejos (en El Puerto) fuera propiedad de un jerezano. Hay que destacar también la pesquería de la almona del río Guadalete, donde eran habituales los sábalos, entre otros peces, como las anguilas. Abellán hizo referencia a la obra de Joaquín Portillo y Las noches jerezanas, donde se destacaba la importancia del sábalo en la dieta del jerezano. Entonces se pescaba con volantes, tesones, mangas y nasas. "Y sin embargo, -añade- aunque en las actas capitulares no se menciona, pienso que se seguía pescando con la jábega o boliche, a lo que me lleva el sistema de pesca en las salinas, que es con jábega aunque en realidad lo quieren llamar boliche". Las actas capitulares de 1410 son las únicas que hacen una relación de aquellas especies fluviales y marítimas que se comercializan en la pescadería jerezana. Hay que destacar que con motivo de la pesca en el Guadalete, se producen asentamientos de extranjeros. De hecho, en 1483, un grupo solicitó al concejo de Jerez edificar en la zona del río. "No sabemos si cuajó, pero el Cabildo nombró a una serie de personas para que fuesen a ver el lugar, junto al molino de Juan de Jerez".

Respecto a la ubicación en Jerez, la mayoría de historiadores sitúan en la actual Pescadería Vieja el emplazamiento de la pesquería. "Pero -comenta- no existe un edificio típico de pescadería, eran puestos. Pero en 1468 se plantea de manera seria que la pescadería tiene que salir de la ciudad por la estrechez de la zona. Fue motivo de polémica, pero la realidad es que sale de la plaza del Arenal y allí se mantiene". Abellán recordó que nadie podía comprar directamente pescado en las pesquerías, por el control de los impuestos, y se prohibía el regateo en la comercialización. Los judíos y musulmanes eran los únicos que podían comprar pescados para sacarlos fuera de la ciudad, pero antes del mediodía. Una persona específica se encargaba de vender el pescado a las pescaderas. "A pesar de todo, -concluyó- el consumo de pescado era insuficiente, así que se recurría a las importaciones de sardinas y pescadas (Portugal, Galicia o la zona cantábrica). En el siglo XV los ciclos epidémicos eran muy importantes, así que si la peste afectaba al lugar de procedencia, se bloqueaba la entrada de pescado".

La mañana culminó con las comunicaciones de María Antonia Salas Organvidez 'Relaciones de la ciudad de Jerez con la ciudad de Ronda y Villas de la serranía de Villaluenga (final del siglo XV y XVI)'; y del licenciado en Humanidades Juan Antonio Moreno Arana y 'La Historia Medieval, un instrumento para la acreditación y la exaltación de la oligarquía local en el Jerez de la Edad Moderna'.

El profesor titular de Historia Medieval de la UCA Emilio Martín Gutiérrez abrió la tarde con 'Reflexiones en torno a los paisajes rurales en Jerez durante el último cuarto del siglo XIII'. El investigador explicó que el predominio de la ciudad de Jerez de la Frontera sobre las localidades de su entorno, "se basaba en el aprovechamiento de los recursos obtenidos en su amplio término municipal. Desde el momento de la conquista castellana se prestó especial atención a la organización del poblamiento rural. Estrechamente vinculado con esas tareas, se dieron los primeros pasos tendentes a la organización de los paisajes rurales". Asimismo, reflexionó en torno a la interacción de la sociedad con el medio ambiente durante un período especialmente significativo, finales del siglo XIII y primeras décadas del XIV, con profundas transformaciones en relación con la época anterior.

Por su parte, la profesora de Historia Medieval de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla María Antonia Carmona, se centró en 'Las actividades pastoriles en Jerez entre los siglos XIII y XV', como la ganadería, una de las actividades económicas más importantes, y es que Jerez era, en ese periodo, una de las principales zonas ganaderas del reino de Sevilla.

Esta segunda jornada, dedicada a la economía, la cerró el profesor de Economía Aplicada de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Murcia José Damián González Arce, con 'Actividad económica y exacciones fiscales. El almojarifazgo de Jerez, en los siglos XIII-XV'. El estudio puso de relieve que se trató, sobre todo, "de alcabalas sobre la venta de productos en el mercado e impuestos sobre el tránsito comercial cobrados en la aduana". Su relevancia económica y los litigios a que dio lugar por ser exigido tanto por los almojarifes jerezanos como por los sevillanos hicieron que dicho tributo acabase por ser englobado, a partir de 1495, en el almojarifazgo mayor de Sevilla.

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