Patrimonio

Santiago, poca agua y muchos minerales

  • El Obispado continúa con las visitas divulgativas a las obras del templo, en las que se utilizan técnicas pioneras.

Cuentan testigos directos que son muchas las veces que Santiago ha rugido. Sus piedras se han quejado de viejas. Lo recuerda un jerezano que, estando dentro de la iglesia hace más de una década con un grupo de niños en una catequesis, escuchó un ruido muy fuerte. Salieron de allí a toda prisa. Fue cuando reventó el muro de la capilla bautismal. Después, en 2005, comenzaron precisamente las obras de consolidación del templo, a cargo del arquitecto Emilio Yanes. Pero 50 años antes, ya una mujer creyó que habían puesto una bomba en el barrio, pero lo que se acababa de caer era una bóveda y los pilares del templo. Lo relató ayer Yanes a los periodistas, segundo grupo que forma parte de una serie de encuentros divulgativos que se están desarrollando cada miércoles con diferentes entidades de la ciudad, por parte del Obispado y de la empresa constructora Tragsa, así como del arquitecto de la obra. El objetivo es que la ciudad conozca lo que se está haciendo en esta iglesia "emblemática, simbólica y magnífica pese a los gravísimos problemas estructurales que tiene", apuntó Yanes. Una actitud divulgativa que el arquitecto calificó de "novedosa y respetuosa con la ciudadanía de Jerez, y que reconoce su importancia en una actuación de esta naturaleza".

El arquitecto apuntó que los plazos de ejecución de las obras, cuya apertura se prevé para primavera, "van bien, de hecho, la consolidación de los pilares, que es lo que presentaba más riesgo, ya está conseguida, el trabajo más difícil porque se hace desde las cubiertas", describió Yanes. Una intervención "pionera en la historia de la humanidad", añadió orgulloso. A este respecto, destacó otras intervenciones novedosas que se están desarrollando en el monumento, "y que están despertando el interés de las empresas de las que estamos utilizando los materiales, que se quedan incluso sorprendidas de que lleguemos más lejos con sus propios medios". Trabajos reconocidos incluso por la comunidad científica internacional. Y puso como ejemplo la desecación de pilares mediante inyección de aire, imprescindible para eliminar la humedad de la piedra y sumarle así resistencia. Una piedra que cuando se moja aguanta menos de la mitad de lo que soporta seca. Los sistemas de control van analizando la humedad, y el pilar número 3, que es donde se inició esta técnica, está al nivel del pilar de referencia, el 1. Una vez desecados todos, se hará un seguimiento de los mismos. Un método que no se contemplaba en un inicio en el proyecto, aunque estaba ensayado previamente. La piedra mantendrá un sistema de ventilación interior que quedará empotrado en la base de la cimentación, cubierto por la solería, y que recorrerá toda la iglesia hasta la escalera de subida a las cubiertas, de tal manera que haga de chimenea de ventilación y mantenga en movimiento el aire que circula por la cimentación de edificio. "Adicionalmente, se ha mineralizado toda la cimentación para que aporte calidad mineral a la piedra, de la que carece", explicó Yanes. El arquitecto señaló que el objetivo es llegar al valor 35 en un medidor de profundidad de humedad.

La esperanza es que la secuencia de desastres permanentes del monumento "no se vuelva a repetir, y estamos en buen momento para evitarlo", dijo Yanes, que insistió en que los problemas congénitos del templo "son gravísimos, y es que Santiago se ha ido cerrando prácticamente cada 50 años para su rehabilitación, desde su construcción. Es inestable de por sí, con tendencia a caerse, con una concepción errónea de raíz que estamos solucionando. Algo que es difícil de admitir por toda la belleza que encierra". Yanes, a quien le gusta llamar catedral a este templo, recuerda que esta iglesia, "no es fácilmente encontrable en Andalucía". Un monumento que no quiere quejarse más. Y todo apunta a que no lo hará otra vez en 2064. Y que pasen 100 más.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios