"Se ha demostrado que era posible que los moteros disfrutaran del ambiente, los establecimientos hicieran negocio y los vecinos estuvieran seguros". Con estas palabras resumía ayer Javier Cantos, presidente de la asociación vecinal de Plaza del Caballo, el desarrollo de la fiesta motera en Jerez durante el pasado fin de semana. Hay que recordar que tras años de denuncias desde la plataforma contra la motorada que se creó en Jerez, el Ayuntamiento tomó la decisión de cerrar la ciudad (especialmente el centro) a los moteros en anteriores ediciones. Sin embargo, el gobierno local optó el pasado año por reabrir Jerez para intentar recuperar el ambiente motero que durante años caracterizó a la ciudad. La apertura realizada en 2012 y también durante este fin de semana parece haber contentado a los vecinos que hasta ahora habían denunciado sufrir un auténtico calvario debido a los "ruidos" y a la "inseguridad". "Al menos por la zona de plaza del Caballo no hemos tenido constancia de problemas -explicaba Cantos-; lógicamente ha habido ruido pero algo dentro de la normalidad". Igualmente, reconocía que "cuando se ha necesitado la presencia policial, los agentes han acudido rápidamente. Ahora es excepción lo que antes estaba generalizado".

Así las cosas, Javier Cantos aseguró ayer que esta situación demuestra que "el sistema ha funcionado perfectamente, ha habido ambiente, los turistas han podido disfrutar de la ciudad y los vecinos no hemos tenido que estar cohibidos". Una fin de semana que "nada tiene que ver con lo que ocurría antiguamente que daba miedo cruzar la avenida y no te atrevías a dejar tu casa por miedo a que entrase alguien. Afortunadamente se han acabado los problemas de vandalismo".

En otros puntos de la ciudad, según informó el Ayuntamiento, tampoco se han registrado incidentes de gravedad durante el fin de semana, ya que la Policía ha controlado las áreas más problemáticas (avenida de Arcos, zona sur, etc.) impidiendo la organización de gymkanas de moteros.