El 15 de octubre de 2010 los vecinos de la barriada rural de Las Tablas se acostaban con la noticia de que una pelea entre dos jóvenes había acabado de forma trágica con la muerte de uno de ellos. Poco más de un año después de ocurrir el suceso, el Ministerio fiscal ya tiene listo su escrito de acusación, en el que solicita 16 años de prisión para Adrián S.F. como posible autor de un delito de asesinato con la circunstancia agravante de alevosía, si bien también tiene en cuenta la atenuante de confesión del delito a la autoridad.

Como ya se ha dicho, el ya popularmente conocido como crimen de Las Tablas tuvo lugar la noche del 15 de octubre de 2010. En el origen de todo, una máquina para triturar marihuana, popularmente conocida como 'pica-pica', que el joven asesinado, Francisco Caro, reclamaba a quién posteriormente sería su supuesto verdugo.

Según consta en el escrito de la Fiscalía, tras mantener previamente ambos una disputa en la que llegaron a las manos por la posesión de la mencionada trituradora, Francisco acudió a Las Tablas, al domicilio de Adrián, que por entonces contaba con 23 años, para seguir reclamándole la máquina e incluso amenazándolo de muerte si no lo hacía.

El acusado, que se encontraba en el interior de su domicilio mientras Francisco vociferaba desde el exterior, llamó por teléfono a un amigo, el cual, junto a otro, acudió a la casa de Adrián para intentar tranquilizar a Francisco y señalarle que dejara de enfrentarse al otro joven.

La escandalera era tal en Las Tablas que el propio padre del acusado tuvo que pedir a Francisco que se fuera de allí y que no entrara en su casa, recriminándole además que si no le daba vergüenza lo que estaba haciendo.

Es entonces cuando Adrián salió de su domicilio con un cuchillo "con la intención de causar la muerte" (dice la Fiscalía) a Francisco, el cual, al estar discutiendo con el padre del imputado, no pudo verlo venir, recibiendo varias puñaladas que, a la postre, acabarían costándole la vida.

Después de esta acción, según consta en el escrito del fiscal, el agresor fue recriminado por su padre y sus amigos, los cuales fueron los que posteriormente trasladaron a Francisco al hospital, donde moriría a las 23:10 horas a causa de sus heridas.

La Fiscalía también indica que, mientras la víctima era atendida, Adrián fue a casa de otro amigo no identificado y, tras hablar con él, llamó a la Policía para comunicar qué había pasado y lo que había hecho, entregándose posteriormente a la llegada de los agentes.

Hay que señalar que cuando llamó a la Policía, el joven desconocía la gravedad de la agresión y que Francisco estaba perdiendo la vida camino del hospital del SAS de Jerez. De hecho, esa misma noche no se le pudo prestar declaración ya que se 'derrumbó' al conocer su fallecimiento.

Adrián carecía de antecedentes antes de que se produjeran estos hechos y era consumidor habitual de hachís y cocaína. Desde el 16 de octubre de 2010 está ingresado de manera preventiva en la prisión de Puerto II, a pesar de que su defensa ha solicitado en varias ocasiones su puesta en libertad con cargos.