Conflicto en el transporte público

'Solidaridad' reclama un servicio de autobús que "dignifique" a Jerez

  • El comité de empresa lamenta que Urbanos Amarillos “no dé la cara” y que siga “mintiendo”

Representantes de la federación de asociaciones vecinales ‘Solidaridad’ comparecieron ayer en rueda de prensa junto a dos integrantes del comité de empresa de Urbanos Amarillos, para criticar que la concesionaria de autobuses “haya tirado por los suelos el transporte de la ciudad”.

Francisco Gil, vocal de Medio Ambiente de ‘Solidaridad’ comenzó su intervención reclamando que la ciudad “necesita una empresa que dignifique todavía más a Jerez”, pues en su opinión, el anterior equipo de gobierno “cerró la concesión con Urbanos Amarillos de cualquier manera y con una empresa que no tiene solvencia económica para hacer frente a estos servicios”.

Gil lamentó que haya “muchos ciudadanos que dependen del servicio de autobuses”, ante lo que instó al Ayuntamiento a “cortar por lo sano” para que los jerezanos “dejen de pagar las consecuencias de esta huelga”, que según él “va a acabar con este servicio y con los comercios de Jerez”.

Juan González, secretario del comité de Urbanos Amarillos, aseguró que la concesionaria “está mintiendo” cuando reclama al Ayuntamiento los 3.500.000 euros que según la empresa le adeuda el Consistorio jerezano, cifra que baja hasta los 2.090.000 euros según el gobierno local.

 También cuestiona el “esfuerzo” que según la propia empresa está realizando Urbanos Amarillos en cuanto a mantenimiento de vehículos y locales, ya que González aseguró que la concesionaria de autobuses todavía no ha pagado el coste del material que está usando en estos momentos, propiedad de Cojetusa, la anterior concesionaria. “Iba a abonar 4.000 euros mensuales y no ha dado ni un euro”, apuntó González.

En vista de esta situación, desde el comité se cuestionan si Urbanos Amarillos tiene “una intención oculta” y sospechan que quiera “mejorar las condiciones del contrato” o “forzar las cosas para dejar la ciudad”.

Esta opinión fue compartida por el presidente del comité, José María Romero, que consideró que “es una posibilidad” que la empresa pueda “estar provocando esta huelga con la intención de renegociar lo que firmó con el anterior gobierno”, ante lo que los trabajadores se sienten “como los peones que están utilizando para presionar al Ayuntamiento en busca de esta renegociación”.

Romero afirmó que “no es normal que una empresa que va a ganar 115 millones de euros en 15 años alegue como gran esfuerzo el recambio de 50 neumáticos, no tiene sentido”. Además, criticó al anterior equipo de gobierno asegurando que la concesión se firmó antes de Feria “para apuntarse el tanto y ganar votos”. “Urbanos Amarillos se está dedicando a coger el dinero que le da el Ayuntamiento y pagarnos a los trabajadores, pero no ha renovado la flota. Seguimos en las mismas condiciones y encima ni cobramos”, añadió.

Por todo ello, Romero recalcó que “vamos a seguir haciendo huelga hasta que esto no se arregle” y celebró el anuncio del expediente sancionador abierto a la empresa por parte del Ayuntamiento, ante lo que anima al Consistorio local a “ejecutarlo” para que la concesionaria termine con los “incumplimientos” del pliego de condiciones que firmó cuando llegó a la ciudad. Por poner un ejemplo, citó que “a las pocas semanas de instalarse en Jerez, la empresa se llevó los siete mejores coches de la flota a Sevilla, algo que constituye una falta muy grave en el pliego de condiciones establecido”.

El presidente del comité también arremetió duramente contra la anterior alcaldesa, Pilar Sánchez, a la que acusó de permitir “el chantaje que Urbanos Amarillos está haciendo al pueblo de Jerez”. “La señora Sánchez decía cada vez que hacíamos huelga que en la empresa sólo se contrataban familiares de los trabajadores y luego nos enteramos que ha ‘colocado’ a su hija en las oficinas que Urbanos Amarillos tiene en Costa Ballena”, aseguró Romero.

El presidente del comité abogó por “utilizar todos los medios necesarios para que la empresa cumpla el convenio”, y en caso contrario “que se vaya y venga otra empresa que mejore el servicio”.

A Francisco Gil, miembro de ‘Solidaridad’ lo que le “extraña” es que el Ayuntamiento no  tuviera a ningún inspector supervisando la labor de la empresa, algo que ha terminado “deteriorando” el servicio de autobuses de la ciudad.

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