La Ordenanza Municipal Sobre Protección y Tenencia de Animales de Compañía y Potencialmente Peligrosos de Jerez de la Frontera recoge en su artículo 13.3 que “la persona que conduzca al animal queda obligada a la recogida inmediata de las defecaciones del mismo en las vías y espacios públicos”. De lo contrario, esta infracción puede ser sancionada con multas de entre 75 y 500 euros.

A pesar de esta normativa, las vías de la ciudad se encuentran llenas de excrementos y orina de perros, que no son recogidos por los propietarios de los mismos como dicta la Ordenanza. Una conducta antihigiénica que se agrava durante el verano por el calor. Josefa Beltrán, una vecina de la calle Doctor Marañón situada frente a la Antigua Facultad de Derecho, reclama “la falta de civismo” y asegura que “va paseando por la calle y tiene que ir dando saltitos para esquivar los excrementos. Parece que estás bailando flamenco”.

Josefa pide al Ayuntamiento “que pongan las multas necesarias” porque “es verdad que la culpa es de los propietarios de los animales, pero desgraciadamente ya se sabe como somos. A ver si poniendo sanciones la gente se acostumbra”. De la misma forma, Cristina, dueña del centro de peluquería y estética ‘GILmar’ situado en la calle Dr. Santiago Ramón y Cajal, comparte esta denuncia. “La calle esta llena de excrementos y orina, el olor es insoportable”, dice. La situación empeora al tener junto a su negocio un centro veterinario, “la gente sale con el perro y lo primero que hace es sus necesidades frente a mi puerta”.

Por desgracia este no es el único problema al que se tienen que enfrentar en la calle Doctor Marañón y en la calle Dr. Santiago Ramón y Cajal, que se ubica en las inmediaciones de la avenida Puertas del Sur. A la falta de civismo de los propietarios de animales, se une la falta de recogida de basuras y la escasa limpieza de las vías. “Hay colchones y sofás tirados en la basura desde hace siete días. Recogen solo lo que hay dentro del contenedor pero si hay una bolsa en el suelo ahí se queda”.

Según informan los vecinos, esto atrae todo tipo de insectos y ratas. “He tenido que llevar a mi perro tres veces al veterinario para desparasitarlo porque se vuelve loco con las pulgas y yo tengo las piernas llenas de picaduras”, explica Josefa. “Deberían invertir los impuestos en algo útil, porque yo creo que limpiar la ciudad es imprescindible. Lo pagamos todos”, reclama.

Frente a esto la Delegación de Medio Ambiente recuerda que a través de la empresa Anticimex, con la coordinación del Centro Zoosanitario, realiza dos campañas anuales de desratización, y una campaña de fumigación de cucarachas, que abarcan todos los distritos del término municipal de Jerez. Así, ya han actuado en el centro de la ciudad -hace mes y medio-, en la zona sur y en la este. Recientemente, se han iniciado estas actuaciones en la zona norte, en barriadas y urbanizaciones como el Polígono San Benito, Los Villares, Los Naranjos o El Calvario, entre otras.

Asimismo, desde el Ayuntamiento destacan “que el último año se han registrado menos avisos o solicitudes de particulares para actuaciones urgentes, debido a la efectividad de las campañas que se están realizando durante el año” y recuerdan que “también es importante la colaboración ciudadana y el civismo para depositar las basuras dentro de los contenedores y a su debida hora para evitar que los restos atraigan a los roedores”.

El Ayuntamiento recuerda que “ la colaboración ciudadana es importante”

Por su parte, Cristina, los vecinos y el resto de comerciantes de la zona denuncian también el abandono de unos de lo edificios de la calle y exigen que sea vallado “para que no entre nadie”. Aseguran que éste se ha convertido en “un foco de infección” debido “a los escombros, los rematojos y las basuras que se acumulan” en el mismo. Además temen que “suceda una desgracia” porque “los adolescentes entran en el edificio a beber alcohol y a otras cosas. Cualquier día se puede caer uno estando borracho”, dice.

Cristina reclama además la mejora del mal estado del acerado, “faltan adoquines y algunos boquetes para plantar los árboles están sin cubrir”. Le preocupa que “puedan caerse niños y personas mayores” y asegura que esta situación ya “ha sido denunciada en muchas ocasiones por los vecinos. Nos han pedido al veterinario y a mí que volvamos a hacerlo para tener más fuerza”.

Esta coyuntura a la que se tienen que enfrentar los vecinos y comerciantes, de las ya mencionadas zonas, podría mejorar con la llegada de la nueva empresa de limpieza que entró en vigor el pasado viernes 23 de agosto. La compañía FCC-Cointer sustituye a Urbaser, que ha prestado servicio a la ciudad durante las últimas dos décadas. Se prevé que a partir del lunes 26 se inicie un plan de choque de limpieza intensiva en toda la ciudad.