La Guardia Civil continúa intentando descubrir con gran sigilo quién es la persona cuyo cadáver fue hallado junto a un canal de riego, en las cercanías de Torremelgarejo, el pasado jueves. Los agentes del instituto armado y de la Policía han cotejado ya las listas oficiales de desaparecidos en la zona y no se halla ningún dato que pueda vincularlo con el cadáver, que apareció en avanzado estado de descomposición, fruto de los días transcurridos desde el óbito y el contacto con un medio hostil. Estaba boca abajo y con los brazos abiertos, señalaron fuentes de la subdelegación del Gobierno.

La autopsia puede obrar ya en poder de la autoridad judicial que instruye el caso. El carácter secreto de este examen y resto de diligencias penales impide precisar de qué causas murió el hombre. No obstante, la Guardia Civil señaló que "aparentemente no presenta signos de violencia" y el caso parece responder a que la muerte pudo ser accidental.

Las dificultades para identificar al cadáver son máximas pues carecía de documentación y nadie lo ha reclamado. Era un varón, de complexión fuerte y unos 1.80 metros de estatura aproximadamente. Su edad oscila entre los 55 y 60 años, de acuerdo a los datos recopilados en el lugar de los hechos. Sus brazos lucían varios tatuajes y ésta es una de las pistas que se está trabajando para identificarlo, según ha podido conocer este medio. Se apuntan varias hipótesis, desde que se tratara de un indigente a un inmigrante. Ambas son posibles porque a pesar de la divulgación del caso por los medios de comunicación nadie ha preguntado por él. Lo que sí parece estar confirmado es que no es un vecino de Torremelgarejo, la población más cercana a donde fue hallado, y otros pueblos próximos como Guadalcacín o Nueva Jarilla. El delegado de alcaldía de la primera barriada, Manuel Garrido, reconoció ayer que el caso sigue provocando "cierta alarma, ya que todo el mundo le da vuelta a saber quién es y qué pudo pasar", aunque su prioridad era limpiar las anegadas calles de la barriada.

El cadáver ha quedado depositado en las instalaciones del tanatorio judicial en espera de que se pueda precisar quién es este individuo.