Jerez

Territorio inhóspito

  • La estación de autobuses, abandonada a su suerte desde hace años, se ha convertido en la peor carta de presentación de la ciudad

  • El Ayuntamiento impulsa ahora un plan de mejora integral

Si las estaciones son una especie de carta de presentación de los lugares que las acogen, la terminal de autobuses de Jerez no puede ser más negativa para la imagen de la ciudad. La lista de deficiencias es larga y su aspecto denota un abandono que asombra tratándose de una infraestructura con una antigüedad de apenas 13 años y que es utilizada por unos 140.000 viajeros al año. Desde el exterior la primera impresión es ya sintomática del estado en que se encuentra: una de las puertas automáticas que da acceso al vestíbulo donde están las taquillas no funciona y permanece cerrada a cal y canto, con la cristalera de una de sus hojas rota. Un cartel de 'averiada' indica que la entrada y salida debe hacerse por la puerta de al lado. En su interior la estación es un espacio inhóspito y desangelado. En una esquina, el kiosco de prensa y bebidas permanece con las persianas echadas desde hace años, apenas cuatro bancos que han vivido épocas mejores sirven para la espera de los viajeros, una indicación obsoleta dirige a los servicios, necesitados también de una modernización y una valla de obra limita desde hace tiempo el paso a otra zona de la estación. Prácticamente nada funciona: ni el reloj de fuera, ni tampoco los dos de dentro, las pantallas de televisión aparecen apagadas, al igual que el enorme panel informativo que debería indicar los destinos y las horas de salida y llegada de los autobuses; tampoco hay megafonía. Para el usuario ocasional de la estación es imposible saber a qué dársena dirigirse, si no es preguntando en las taquillas o en la oficina de información.

La salida hacia la plataforma de los autobuses tampoco hace presagiar una situación mejor. Una de las puertas automáticas vuelve a estar bloqueada y no se puede hacer uso de ella, otra valla impide el paso a una zona llena de charcos, consecuencia de las últimas lluvias. Los bancos están cubiertos de herrumbre y unas cuantas destartaladas bicicletas para uso gratuito de los usuarios del transporte público se ubican bajo el letrero del Consorcio de Transportes Bahía de Cádiz.

Inaugurada en 2005, a los tres años la 'nueva' estación ya empezó a acumular problemasEn una primera fase se arreglarían los paneles informativos, los aseos, la megafonía, las puertas

Hace unos días un usuario habitual de la estación llegaba de Rota en un autobús en el que viajaba también un grupo de extranjeros dispuestos a visitar la ciudad. Se quejaba indignado del estado de las instalaciones y lamentaba que fuera lo primero de Jerez que viesen los turistas. Además en un día lluvioso, el agua hacía de las suyas en el espacio donde se encuentran las dársenas, lo que empeoraba aún más el aspecto de las instalaciones.

Lo más curioso es que en la web municipal la descripción que se hace de la estación nada tiene que ver con la realidad. Dice de ella que dispone de muchas mejoras en la calidad de los servicios, "como paneles electrónicos en las dársenas y el hall, así como monitores de televisión con los horarios, además de megafonía. En el interior encontraremos zona de descanso, facturación de equipajes, etc.", continúa. Y la misma información aparece en la web oficial de turismo de Andalucía.

La terminal de autobuses de la plaza de la Estación vino a sustituir a la antigua de la calle Diego Fernández Herrera y se inauguró a mediados de 2005 con un despliegue de autoridades municipales, con Pilar Sánchez como alcaldesa y Pedro Pacheco, como delegado de Política Territorial, a la cabeza y responsables del Consorcio de Transportes. Las obras habían costado 4,9 millones y eran fruto de un convenio entre el Ayuntamiento y la Administración central y autonómica, cuya firma se remontaba a diez años antes. Se describían las instalaciones "como una de las mejores estaciones de su tipo del sur de Andalucía". El edificio, con tres plantas, se levantó en una parcela de 5.100 metros cuadrados, que quedó libre una vez que se trasladó al parque empresarial el pabellón postal de Correos. Su ubicación era la más idónea, junto a la estación de trenes, lo que facilitaba un trasvase de viajeros entre ambas infraestructuras. Disponía de locales para cafetería, paquetería, oficinas de las compañías, taquillas y atención al viajero y en el exterior, la plataforma con 18 dársenas.

Lo cierto es que la estación de autobuses no empezó a funcionar con buen pie y ya a los pocos días sufrió problemas con las líneas telefónicas. Apenas tres años después su aspecto era ya lamentable: las puertas automáticas no funcionaban, se habían desprendido losetas de la fachada y los relojes tampoco tenían utilidad alguna.

En 2014 el Ayuntamiento decidió acometer unas obras de restauración que afectaban principalmente a la fachada, donde existía el mayor riesgo por los desprendimientos. Los trabajos se extendieron también a la mejora del sistema de detección y extinción de incendios, pero no se subsanaron otras muchas deficiencias.

En la estación operan actualmente cuatro empresas de autobuses: Transportes Generales Comes, Los Amarillos, Socibus y Grupo Valenzuela y desde la delegación municipal de Movilidad estiman que unos 140.000 pasajeros hacen uso al año de esta terminal. El último paso que ha dado el Ayuntamiento ha sido presentar a la delegación territorial de Fomento y Vivienda de la Junta un proyecto para la actualización integral de las instalaciones y del servicio que en ellas se presta. El proyecto tiene que ser estudiado en el seno del Consorcio Metropolitano de Transportes de la Bahía de Cádiz -al que pertenece Jerez- para ver su viabilidad, pero el teniente de alcaldesa de Movilidad, José Antonio Díaz, confía en que en el próximo consejo del Consorcio en abril se dé el visto bueno a las actuaciones. "Hay que tener en cuenta que el PP dejó una deuda importante con el Consorcio pero nosotros en estos años ya hemos empezado a saldarla". Las obras, según explica, se harían en dos fases, la primera de ellas, con un presupuesto de 132.000 euros, que incluye la renovación de los paneles informativos y de la megafonía, la mejora de los aseos, la pintura interior del edificio, el arreglo de las puertas de entrada y salida y del aire acondicionado. "Se trata sobre todo, de mejoras estéticas", señala Díaz, quien reconoce el abandono absoluto de la estación en estos años. "No se ha invertido nada, salvo aquella actuación de urgencia que se hizo porque había desprendimientos en la fachada. Nosotros, dentro de nuestra capacidad, hicimos también un cambio de la luminaria". En una segunda fase, se llevarían a cabo actuaciones de cara a la mejora y aplicación de las nuevas tecnologías, sobre todo, en lo que respecta a la operatividad interna, como la adquisición de lectores de matrícula para el control de los autobuses que entran y salen y también se llevaría a cabo la licitación de los locales que existen en la estación para usos como bar y kiosco de prensa. "Todo eso le daría mucha vida a la estación, pero para ello lo principal es acondicionar las instalaciones". La inversión de estas obras, si son aprobadas, correrían a cargo del Consorcio, a través de la firma de un convenio con el Ayuntamiento, mientras que la delegación de Movilidad se está encargando del proyecto. Según el teniente de alcaldesa, en la última reunión, el Consorcio dejó claro que entre sus prioridades, tras la nueva estación intermodal de Cádiz, en la que se han invertido 1,3 millones de euros, estaba la terminal de Jerez, consideraba un nudo fundamental de conexión dentro de la provincia. "Lo importante es que después de tantos años sin ningún mantenimiento, se van a empezar a dignificar estas instalaciones", subraya Díaz.

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