Pasarela Flamenca Jerez 2008

Trajes de Eskándalo en la Atalaya

  • Los desfiles de la Pasarela Jerez 2008 del Museo de la Atalaya volvieron a agotar sus entradas

El Museo de la Atalaya volvió a servir ayer de escenario para la celebración de cuatro de los desfiles de moda más esperados de los trece que conforman la Pasarela Flamenca 2008. Una iniciativa abanderada por el Grupo Gálvez con la que se pretende dar cobertura a una parcela de la moda que hasta el momento no estaba cubierta en nuestra provincia y que además aspira a ser un referente anual de las tendencias en estética folklórica -como es el caso de SIMOF (Salón de la Moda Flamenca) en Sevilla -. La primera diseñadora en mostrar sus modelos fue Rocío Martín con su colección 'Ilusión Heredada', con la que quiso rendir tributo a su madre, una mujer de la que dice haber heredado esa pasión por la confección de vestidos de flamenca, gracias a la ilusión que su progenitora ponía cada primavera en la creación de estas piezas para la feria y el Rocío.

En ésta, su primera muestra, la modista apostó por retar a los cortes clásicos, introduciendo asimetrías tanto en el cuerpo como en los volantes con objeto de aportar juventud, fuerza y alegría a la muestra. Se trató de un repertorio lleno de color en donde los tejidos empleados fueron los tradicionales popelines, el bolillo, los satenes, las sedas y el crochet. La tendencia a utilizar tejidos elásticos ha sido una constante en esta primera serie y, a su vez, una gran apuesta por la comodidad, dada la versatilidad de los paños empleados.

Por su parte, para el debut contó con la colaboración de la firma de bolsos ubriqueña El Guadarnés; que se sirvió de las telas de los vestidos del repertorio para confeccionar todo tipo de complementos, entre los que destacaron los bolsos, las carteras y las riñoneras.

A continuación, Mati Solana exhibió unas creaciones espectaculares, confeccionadas con tejidos nobles como el raso, el hilo y el popelín elástico, en piezas que se abrían suavemente desde la cadera y a las que dotó de una gran personalidad gracias a las tiras bordadas de estilo antiguo que agregó a sus trajes y a los anchos encajes que les dispuso en volantes artísticamente colocados a capa e hilo para recuperar los cortes y hechuras que tan famosos hicieran a estos vestidos en la década de los sesenta. Lo novedoso de su creación consistió en situar en algunos de sus modelos sobrevolantes situados en diferentes bandas dispuestas a lo largo de todo el cuerpo, que aportaron una gran sensación de movimiento.

Posteriormente la firma Flamenka de las hermanas Rocío e Isabel González, presentó su colección 'Flamenka de Eskándalo'. Toda una apuesta por el volumen y las mangas largas para unas piezas exultantes, de pronunciados escotes y de las que según afirmaron no haber escatimado en metros de tela. Con un estilo arriesgado y capaz de marcar tendencias, desafiaron al público con mezclas de texturas, tejidos y colores, en vestidos ajustadísimos que arrancaron grandes aplausos entre los asistentes.

Finalmente, la clausura corrió a cargo de la conocida diseñadora Ángeles Verano; en cuyo haber cuenta con un primer premio de SIMOF, que presentó unos modelos con los que volvió a destacar por la gran variedad de estilos en el corte y por sus diversos tipos de volantes que en cualquier caso llamaron la atención poderosamente: bajos volantes de caída canastera o abiertos formando cola e incluso otros que se caracterizaron por su diminuto tamaño y por estar rizados a modo de chorreras.

La modista obtuvo un gran respaldo por parte del público y declaró que aunque en la muestra se exhibieron prototipos únicos, "cada mujer tiene su propio traje". "Desde la que es sufridora en el vestir hasta la que opta por la comodidad, lo importante en cada de ellas es que llegue a asumirlo como un segunda piel", señaló.

Para la exhibición de su obra, contó con la presencia de la cantante Alba Molina, que desfiló con arte luciendo algunos de sus vestidos.

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