Una representación de los empresarios que cada año montan el mercadillo navideño de la plaza del Arenal han mostrado su malestar con la política emprendida por el Ayuntamiento en relación a este asunto.

A través de un comunicado, este grupo de vendedores, muchos de ellos con amplia experiencia en este sector, han reivindicado la “mala gestión” que se está llevando a cabo desde el Consistorio al respecto.

Son varias las quejas que fundamentalmente centran su denuncia. La primera tiene que ver con “la incertidumbre” sobre el montaje, una situación que “se ha repetido en varias ocasiones en los últimos años”.

La segunda tiene que ver con la fecha de montaje y el plazo de inscripción de solicitudes, pues los comerciantes lamentan que “llevamos dos meses y medio de pidiendo información al respecto y una reunión con el delegado para que no ocurriera lo mismo que en los últimos años, y ahora nos dicen que sólo tenemos tres días para hacerlo”.

Lo peor es que según argumentan “quieren abrir el mercadillo el próximo 10 de diciembre, es decir, pasado el puente de la Inmaculada lo que supone una merma del 50% en los ingresos”. Los empresarios aseguran que esta circunstancia “es de suma importancia y se la habíamos referido en reiteradas ocasiones, incluso de forma escrita- Creemos firmemente en el compromiso del Ayuntamiento por fomentar el empleo, pero los hechos hablan por sí solos año tras año y en nuestro caso algo falla”.

Este colectivo reconoce además que “tenemos el apoyo de Acoje, la cual expresó en agosto al delegado de fiestas la importancia de que este año más que nunca se debía realizar esta actividad en el centro para atraer la atención de público, evidentemente también sin resultado”.

Pero lo que más ha enojado a estas veinte familias es lo relacionado con el alquiler de los stands, que ha vuelto a incrementar el precio por cuarto año consecutivo. “De forma reiterada, año tras año, hemos pasado de no pagar nada a abonar 400-600-850 y ahora, en plena pandemia y con restricciones actuales, nos indican un costo de 1000-1200 euros, cuando lo único que ha variado es incorporar medidas anti-covid que supone sólo 30 euros por puesto y no 400”.

“Ni siquiera ha habido una mejora en los stands que año tras año pudiera justificar esta subida”, agregan.

Los vendedores critican que “el año pasado, la subida se debió a que la empresa organizadora presentó un proyecto aprobado por un técnico (donde constan las medidas de seguridad de instalación de las casetas que conforman el mercado) y un seguro de responsabilidad civil. Es obligatorio que cualquier empresa que se dedique al montaje de stands para mercados presente este tipo de proyectos y su seguro. Por tanto, las irregularidades que haya habido entre la empresa organizadora y esta administración no deberían ser motivo de un incremento en las tasas”.

Respecto a la excusa del protocolo anti-covid, los comerciantes consideran las mismas “excesivas”, por lo que han detallado el coste exacto de cada una de ellas. Por esta razón se solicita al Ayuntamiento que “haga las gestiones necesarias con la empresa organizadora para que el precio por el alquiler del stand sea coherente. Ofrecer trabajar menos días, durante menos horas pagando más, en tiempo de pandemia es incomprensible.

Por su parte, desde el Consistorio, a través del responsable de Fiestas, Rubén Pérez, se “comprende la postura”, si bien asegura que “la incertidumbre la genera la pandemia, porque estamos a expensas de una normativa y es difícil hacer previsiones”. Del mismo modo, reconoce que “las medidas de seguridad encarecen todo y las tasas no podemos eliminarlas. Estamos en una situación complicada tanto para el que monta el mercadillo como para los comerciantes, y nosotros no podemos hacer nada”.