EN los últimos tiempos las polémicas que se han prodigado a nivel social han tenido tres letras en común, la ‘a’, la ‘z’ y la ‘o’. No hizo más que asomarse la crisis por el calendario lúdico festivo de este país y los ‘azos’ empezaron a prodigarse. Desde los ‘decretazos’ —de los que Aznar protagonizó una versión al abaratar los despidos y la Junta otra al intentar meter en el mismo saco a funcionarios y empleados públicos— hasta el ‘catastrazo’, la sociedad se ha ido sorprendiendo menos conforme se iban sucediendo, uno tras otro, golpes de mano que iban indefectiblemente dirigidos a la cartera. A pesar de que la crisis castiga los bolsillos, hay quienes se empeñan en seguir ganando lo mismo cueste lo que cueste. Viene todo esto a colación del ‘tarifazo’ contra la subida de la luz. La ciudadanía estaba llamada anoche a apagar las luces de sus hogares cinco minutos. En el trasfondo hay algo positivo: si pasa como con el apagón de Nueva York, quizás se garanticen algunas pensiones más.