"Vuelvo aquí y me encuentro con un Jerez muy triste"

Juan P. Simó / Jerez

05 de abril 2015 - 08:07

-- Déme un diagnóstico. ¿Qué le ha pasado al vino de Jerez?

- El que supiera la verdad de lo que ha pasado sería para darle una matrícula de honor porque se le podría haber puesto remedio. Imaginemos al enfermo grave. Nadie sabe qué le ocurre y cada médico da un diagnóstico distinto. Bien, pues yo, como médico de ese enfermo grave, digo que la juventud no ha metido en su chip mental el vino de Jerez, que ha sido considerado como bebida de nuestros antepasados y la gente joven lo ha pasado por alto.

-- Y, ¿qué ha pasado?, ¿nos hemos rendido?

-Eso no se puede negar. Son los síntomas. Pero le puedo decir que yo, en la época que trabajé en Rumasa, hicimos todo lo contrario. Recuperamos empresas que estaban en manos extranjeras. Fue el caso de Williams en Jerez. Bertola, cuando se compró, estaba vinculada a unos escoceses y hubo que 'colonizar' aquello. Pero hoy día, en las circunstancias de la crisis, ha hecho que muchas empresas se echen en brazos de esos monstruos multinacionales que no sé hasta qué punto nos ayudarán a salir de la crisis.

-¿Los jerezanos sabemos de vinos?

- Hombre, cada jerezano tiene su tipo de vino, pero sí, creo que el jerezano sabe valorarlo, quitando quizás que la juventud emergente puede no llegar a esos conocimientos, pero yo diría que el jerezano sabe apreciar su vino.

- Lo preguntaba por esa labor que hace desde la sección de 'Sherryzanía'.

-Mi modesta pero muy sincera y entusiasta 'Sherryzanía' nace para algo de eso. No es para enseñar a vender vino, porque eso es muy difícil, pero sí para que el vino de Jerez sea motivo constante de conversación, de noticia. Mi infancia y mi juventud han estado marcadas por ese olor a vino en las calles de Jerez, por esas noticias en prensa relacionadas constantemente de Jerez, por esos anuncios en los periódicos hablando de los vinos y sus cualidades… Entonces, llega un momento en que yo, al menos, me creo que el jerez ha dejado de ser noticia en el día a día. Entonces, se me ocurre recoger y engarzar noticias. Y además, ahora me aficiono mucho en eso y estoy abierto a recoger noticias incluso históricas del jerez. Porque, me parece a mí que pongo un granito de arena para que el vino de Jerez siga siendo argumento de noticia y de publicación en la prensa. Que, por cierto, aprovecho para agradecer la hospitalidad que me ofrece este periódico.

- Vuelve de Madrid y, ¿cómo ha encontrado la ciudad?

-Me encuentro con una ciudad triste por los números del paro, una ciudad triste por la situación del vino y una ciudad que, animosamente, quiere salir de su socavón, porque esto no ha sido simplemente un bache, pero que no parece encontrar la salida. Los políticos que dirigen Jerez hacen todos los esfuerzos posibles pero es difícil, muy difícil. Pero con todos esos problemas de crisis y paro, Jerez conserva lo que es, una ciudad atractiva, alegre, con un microclima maravilloso… Me he reencontrado con ese Jerez de siempre, pero, en cambio, sometida a esa enfermedad de la crisis y la mala situación económica. Mal de muchos, consuelo de tontos, que dirían muchos, pero algo nos tiene que consolar. Yo creo además que los jerezanos hemos de luchar juntos; nos falta un poco de cohesión a la hora de tirar del carro.

-¿Ya se ha organizado?

-No me ha dado tiempo. Una mudanza después de 47 años es tremendo, tremendo. Pero bueno, tengo mi idea de que hay que orientarse en algo, que hay que hacer algo. Soy una persona activa. Y no me parece lógico, porque mientras Dios te dé salud y posibilidades, hay que tratar de hacer algo. Por supuesto nada relacionado con la actividad profesional lucrativa, sino invertir tu tiempo en cosas benéficas con las que puedas devolver a Jerez todo lo que Jerez te ha dado. Y en eso estoy, en eso estoy...

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