Jerez

Los abuelos del asilo estrenan 'casa'

  • Casi un centenar de trabajadores y voluntarios hacen posible el traslado en menos de tres horas de los 110 ancianos a la nueva residencia. Se utilizaron dos autobuses, dos ambulancias y tres vehículos adaptados

A las diez y media de la mañana, después de haberse aseado y desayunado, abandonaban el viejo asilo de la calle Taxdirt los 110 abuelos, todos ellos asistidos, que residían hasta ayer en estas instalaciones. Dos de los nuevos autobuses  de Urbanos Amarillos que la empresa concesionaria había puesto a disposición del Ayuntamiento,  dos ambulancias para desplazar a seis residentes que tenían que permanecer acostados y tres vehículos adaptados cedidos todos por  Cruz Roja hacían el traslado de los mayores desde Taxdirt hasta la nueva residencia en la calle Francisco Riba número 4. En apenas dos horas y media, justo para la hora de la comida, a la una de la tarde, los abuelos se encontraban ya reubicados en su nueva ‘casa’. Para que esto fuese posible, el Ayuntamiento había montado un amplio dispositivo en el que colaboraron más de 70 trabajadores del centro residencial y 14 voluntarios y cuatro socorristas de primeros auxilios pertenecientes a Cruz Roja.  Según señaló la directora del asilo San José, Fátima Villar Puerto, el lunes se habían dejado las nuevas instalaciones prácticamente listas para ser ocupadas, tanto con el nuevo equipamiento como con el que se ha aprovechado del antiguo asilo. En el edificio de la calle Taxdirt sólo quedaban la noche del lunes los enseres imprescindibles para los abuelos en las primeras horas de la mañana, con el fin de que ayer los esfuerzos se concentrasen en el traslado de los ancianos y del poco material que quedase como dispositivos de oxígeno o carros de medicación de forma que se alterase lo menos posible la atención a los residentes. En el traslado de este material y otros enseres colaboraron con la cesión de  vehículos el Grupo SanDionisio y la delegación de Infraestructuras.

La mudanza, que transcurrió sin incidentes, supuso no obstante una alteración de la rutina de los ancianos.Algunos no pudieron reprimir las lágrimas cuando abandonaban, en algunos casos después de 20 o 30 años, las instalaciones de la calle Taxdirt, que, pese a las malas condiciones en que se encontraban,  han sido su hogar.   A las cinco de la tarde los que tienen mayor movilidad ya habían hecho con los cuidadores un pequeño recorrido por las nuevas instalaciones, todavía un poco desorientados y se acomodaban en la sala de la tele, dispuestos a merendar. Una de las residentes se alegraba de que el centro estuviese ahora más cerca de la casa de una de sus hijas y un abuelo comentaba que el nuevo asilo era magnífico. Lola, una abuela que se ayuda con un andador,  decía que el sitio le parecía “divino”. Preocupada porque no encontraba una virgencita de Fátima que siempre tenía en su antigua habitación, era tranquilizada por  las auxiliares convenciéndola de que iba a parecer.

La directora del centro admitía que, aunque en general los ancianos se han tomado bien la mudanza, a algunos les ha costado abandonar el  barrio al que estaban acostumbrados y por donde daban sus paseos. “Pero aquí van a estar muy bien. Esta zona está muy adaptada para ellos, carece de barreras arquitectónicas y tiene todo tipo de servicios”. Para las familias, el cambio también supone una mejora, sobre todo, por la accesibilidad, un factor que influye mucho a la hora de las visitas y la existencia de una zona de aparcamientos. A los familiares se les había comunicado la pasada semana la fecha del traslado pidiéndoles que durante la mañana de ayer no fuesen a visitar a los abuelos con el fin de tener un mayor control.

Con el traslado el viejo asilo San José, en unas condiciones deplorables y que incumplía desde hace años la normativa que la Junta exige para este tipo de residencias, pasa a la historia, aunque el Ayuntamiento estudia ya darle otro usos. El nuevo asilo, que llegó a inaugurarse por el anterior equipo de gobierno aunque no estaba finalizado,  consta de un total de 4.884,37 metros cuadrados construidos en dos plantas y su presupuesto asciende a unos siete millones de euros. Cuenta con varias zonas de servicios comunes, los dormitorios tienen una superficie de 17,30 metros cuadrados que permiten una comunicación directa e interior con el baño. Además todos las habitaciones poseen un pulsador de llamada o alarma conectado a una centralita. Asimismo el edificio alberga un sector especializado con una zona de terapias como sala de fisioterapia, de terapia ocupacional, de estimulación psicológica, sala de tiempo libre y de informática. Por último, acoge una zona de servicio, con lavandería, cocina, almacenes, vestuarios y aseos de personal y montacargas.

La directora del centro destacaba la gran diferencia que hay con las antiguas instalaciones y agregaba que se ha realizado también una adaptación de la plantilla de forma que se incrementa el personal de atención directa (auxiliares de clínica, enfermeros y terapeutas).

La coincidencia de la campaña electoral y la necesidad de realizar el traslado cuanto antes, una vez que se han solventado las deficiencias que afectaban al nuevo edificio, hizo que ayer no se celebrase una inauguración oficial, que se aplazará con la bendición del obispo hasta después de las elecciones. Las actuaciones que quedaban pendientes en el edificio, principalmente de acometidas de servicios y puesta en uso de los sistemas de climatización, protección contra incendios e instalación de gas, se han acometido mediante la ejecución del aval de la obra, más una partida adicional de 65.000 euros aportada por el Ayuntamiento.

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