El pasado sábado se cumplió el aniversario de un terrible suceso que los jerezanos no han olvidado. Un joven de 20 años apuñalaba a una menor con la que había tenido una relación sentimental cuando ésta se dirigía al colegio. El presunto agresor lo hacía además a apenas cincuenta metros de su casa, donde la estaba esperando. La vida de Magdalena R. corrió grave peligro ya que perdió mucha sangre, aunque la intervención de un obrero que salió en su auxilio y de sus propios vecinos fue providencial para disuadir a M.A.B., que salió huyendo del lugar cuanto antes.

La instrucción del caso ya ha concluido y prácticamente ahora se está a la espera de que se acuerde una fecha para el juicio, que se celebrará en una de las secciones de la Audiencia Provincial en la capital de la provincia, la especializada en violencia de género. El letrado que defiende al joven encausado, el jiennense Javier Pulido, se personó como tal el mismo día en el que se dictaba el auto de conclusión del sumario. Anteriormente llevaba el caso una abogada jerezana asignada de oficio. Pese a que la instrucción se ha dado por finalizada, el letrado que representa al joven, que se encuentra desde pocos días después del suceso en prisión preventiva, pedirá una prueba pericial psiquiátrica en el que se esclarezca el estado mental que presenta el inculpado. Pulido manifestó que M.A.B. "se ha dado cuenta de lo que ha ocurrido y dice que está arrepentido". Ésa es una de las principales conclusiones que pudo sacar de una charla que mantuvo con él en una de sus visitas a la prisión de Botafuegos, en Algeciras, a donde fue trasladado el presunto agresor pocos días después de lo ocurrido. Primero ingresó en un centro penitenciario de El Puerto, pero de allí fue trasladado hasta la cárcel del Campo de Gibraltar por motivos de seguridad. Parece que en este tiempo el chico se ha dado cuenta de la gravedad de los hechos que se le imputan.

Por su parte, la familia de Magdalena R., llamada cariñosamente Maleni ha pasado sin lugar a dudas el peor año de su vida, una lucha continua por salir adelante y porque la joven se recupere. Actualmente no está pasando por su mejor momento, como refirió a este medio la propia madre de la chica, Pepi. Tampoco tenía mucho ánimo para hablar. "Ella tiene días. Sigue yendo todos los días a Cádiz a la rehabilitación".

Precisamente la letrada que la acusación particular va a solicitar que el forense reconozca de nuevo a la menor para determinar el alcance de sus secuelas, así como las posibles consecuencias psicológicas que se le pueden derivar de esa agresión que ha dado un giro radical a la vida de esta adolescente y a la de toda su familia. No hay que olvidar que recibió cerca de una veintena de puñaladas en el cuello y en la espalda y que estuvo a punto de morir desangrada. Esas puñaladas le han supuesto graves problemas de movilidad que ahora lucha por recuperar poco a poco. Asimismo, la acusación particular va a requerir además unas pruebas de ADN que permita determinar si las ropas que se encontraron en un olivar de Úbeda (Jaén), lugar en la que reside y en el que se entregó a la Guarcia Civil, son de él. Además podrían encontrarse restos biológicos de la propia víctima.

Cabe destacar que los cargos que se pueden llegar a imputar al joven son muy graves, ya que se puede tratar de un intento de homicidio o de asesinato, al poder considerar algunas de las partes que hubo ensañamiento (querer ver sufrir a la joven herida de forma inhumana) y alevosía (asegurarse el daño y su propósito).

La instrucción de este caso la ha llevado a cabo el juzgado número 2 ya que la ciudad no contaba con un órgano específico de Violencia de Género sobre la Mujer hasta finales de diciembre del año pasado. Es este juzgado el que se encarga de este tipo de casos.