Funcionarios. Las familias de los jóvenes siguen optando por la función pública como la opción preferida para sus hijos. El 48,6% preferiría esta modalidad de empleo para sus jóvenes, frente al trabajo por cuenta ajena que sólo es nombrado por el 15,7%. Además, hay un 35,7% que se decanta por inculcar a sus vástagos el emprendimiento. El estudio revela, además, que una inmensa mayoría de los jóvenes encuestados (73,2%) no quieren dedicarse al sector profesional de sus padres. En el caso de Cádiz, el 18% de los alumnos señalan la sanidad como primera opción, siendo la segunda (11%) ser empresario y en tercer lugar, por encima de las otras provincias analizadas, ser militar, con un 10,6%.

La Cámara también se detiene a analizar la información que los centros escolares ofrecen sobre el mercado laboral para ayudar a sus alumnos a encarar el futuro. La mayoría de los jóvenes participantes reciben orientación en su centro sobre el mercado de trabajo relacionado con los estudios que quieren realizar. A pesar de ello, existe una demanda de actividades y formación en relación con el mundo de la empresa. Una mayoría (88,5%) de los jóvenes considera que se deberían introducir programas de inmersión empresarial en las enseñanzas de ESO, Bachillerato o Ciclos Formativos.

Ramón Bullón cree que existe una distorsión entre lo que los jóvenes piensan y la realidad empresarial, algo que condiciona su elección: "Los datos que manejan de los salarios, los tiempos de acceso al mercado laboral... no coinciden para nada con las tablas que se publican cada año".

El papel que los estudiantes otorgan a las empresas es fundamentalmente de generación de empleo (48%) o recursos económicos públicos mediante el pago de sus correspondientes impuestos (13,8%). Sólo una pequeña parte de los estudiantes relaciona las empresas con un proyecto de crecimiento personal, considerando que las empresas son el resultado del sueño y esfuerzo de alguien (un 28%). Tan sólo el 9,8% cree que deben ser responsables con el medio ambiente.

Para los jóvenes las decisiones políticas afectan a su futuro profesional, puesto que el 88,4% afirma que estas decisiones generan mayores o menores oportunidades laborales. En este sentido, el 93,3% de los estudiantes no creen posible que en un futuro el Estado facilite un salario mínimo a los ciudadanos evitando tener que trabajar para vivir.

En cuanto a desigualdad laboral, el 76,3% de los estudiantes afirman que existen diferencias entre hombres y mujeres en materia de salarios.