Jerez

El ambiente de siempre estuvo con Jesús Sacramentado en la calles

  • La tarde eucarística de ayer domingo de Corpus en Jerez tuvo el reclamo que es costumbre en la ciudad en los últimos años, con algo más de ambiente en las calles que estaban alfombradas

La procesión del Corpus volvió a su horario vespertino, dejando la obligada experiencia de la mañana del pasado año por las celebraciones del ascenso del Xerez. Si en aquella ocasión el calor hizo mella, ayer fue un domingo de playa pero con unas temperaturas muy atenuadas en relación con días pasados. De todas formas, la playa fue la leal competencia de la principal manifestación de la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo con unas calles que no se abarrotaron precisamente, con escaso público en determinadas zonas y muchos más en aquellas en las que el esfuerzo de las hermandades -nada comparable con lo que era antaño- engrandeció el paso del Santísimo con alfombras en el suelo y algunos altares. De estos se vieron cuatro instalados por las hermandades del Dolor, Buena Muerte, Resucitado y Clemencia, este último el más lucido. En cuanto a las alfombras, estas se colocaron desde la Puerta Real hasta Plateros, con un recuento, la verdad, bastante corto que delata una escasita implicación de las cofradías. La procesión tuvo el guión de costumbre con las representaciones de las hermandades como el grueso principal de un cortejo en el que también estuvieron las asociaciones sacramentales, y de diferente índole. Con algunos cortes en el principio del cortejo, la cruz de guía de las Tres Caídas fue abriendo el camino. Tras el paso del Patrón diocesano la cosa del orden se enderezó, precisamente desde que empezaron a pasar las representaciones cofrades. Tal vez la disciplina en estas lides jugó a su favor. Las novedades fueron la presencia de imágenes que por diferente motivo figuraron en la procesión, como el san Andrés de la hermandad del Nazareno que incluyó algún acompañamiento a personas vinculadas al gremio de la tonelería, de la que este apóstol es su Patrón. San Andrés vino de la mano de la hermandad del Nazareno, en las andas de San Juan, que incluyó esta presencia dentro de los actos de los 425 años de la cofradía gremial. Desde San Dionisio llegó la imagen de la Divina Pastora que fue sobre el antiguo paso del Señor de las Penas, que hoy en día de la hermandad del Desconsuelo. La incorporación de estas advocaciones ofreció una mañana de traslados a la Catedral que dio contenido a unas vísperas que se iniciaron a las nueve de la mañana con la salida de San Andrés. Al margen de lo extraordinario, no faltó San Juan Grande, cerrando la custodia y tras ella nueve canónigos del Cabildo Catedral y el prelado, monseñor Mazuelos que a las seis de la tarde presidió la misa de pontifical, preciosa por cierto gracias a la intervención del coro y orquesta de la Catedral que ofreció una misa de Juan Sebastian Bach, que ayudó en gran medida al engrandecimiento de una celebración cuyo final cuyo epílogo es la colocación del Santísimo en la custodia y su salida. La Banda Municipal de Música fue tras Jesús Sacramentado cerrando el cortejo que en esa parte posterior contó con la representación de la corporación municipal que presidió el primer teniente de alcaldesa, Casto Sánchez, al frente de concejales de tan sólo dos partidos: PSOE y PP.

Que la procesión del Corpus va a menos es el debate de todos los años, al menos desde que uno tiene uso de razón. La forma de enderezar esta situación se antoja complicada porque en esto el apoyo 'popular' es fundamental, algo de lo que adolece a todas luces, por encima de la inclusión de pasos y de otras iniciativas que tengan poder de atracción, las cuales en todo caso desvían la atención sobre el motivo principal de la procesión. Si lo que deben estar, que se cuentan por miles, prefieren otras opciones para el domingo de Corpus, difícil está enderezar y subir esta solemnidad en todos sus sentidos, pese al esfuerzo de los actos previos que hace el Consejo como único organismo diocesano que se preocupa por 'calentar' las vísperas. Evidentemente, la comparación entre la mañana y la tarde vino al caso por aquello de la experiencia de 2009, que no fue precisamente todo lo satisfactoria que se creyó a priori, pero que dejó claro que si el Corpus puede ser matutino, tiene que salir mucho más temprano para evitar las altas temperaturas y no romper los planes dominicales particulares, que hoy en día también cuentan y mucho. Como resulta que se dice que para este mismo mes se podría cerrar la renovación en el Cabildo Catedral, a lo mejor caben cambios. Por cierto que pocos o casi nadie en las aceras echó de menos el paso de La Cena.

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