Jerez

Un 'ángel' llamado Fernando

  • El empresario de Lebrija, directivo de una empresa constructora, ha facilitado un trabajo a dos desempleados que se encontraban en huelga de hambre ante el Ayuntamiento de la ciudad

Fernando Calderón es un empresario nacido en Lebrija con 42 años de edad, que en 1999 junto con dos emprendedores más, creó la empresa bajo el nombre 'Construcciones y trabajos lebrijanos'. Además de iniciar juntos su andadura empresarial ya eran amigos. La iniciativa surgió por la afición de los tres al alpinismo y como consecuencia, a los trabajos verticales. Antes de formar parte de este proyecto conjunto, Fernando era propietario de un comercio de pinturas.

El pasado 20 de julio, momentos antes de que tuviera lugar una reunión con el Ayuntamiento donde se firmaría el convenio de colaboración con la Junta de Andalucía para invertir más de 500.000 euros en el proyecto de rehabilitación de tres edificios de La Constancia, Fernando se topó con dos individuos que apenas tres horas antes habían iniciado una huelga de hambre por su situación económica y su necesidad de encontrar un empleo. Francisco Perea y Antonio Lozano, desempleados desde hace meses, pendientes del embargo de sus propiedades. "Encontrarme con dos personas que exponen a través de carteles su mala situación económica me conmovió. Pienso que además de ser necesitados deben ser personas válidas, positivas y estoy seguro de que son buenos trabajadores". Fernando aludió a la valentía de las dos personas que se encontraban allí y a que él también ha sido un trabajador a lo largo de toda su vida, por eso le inquietó.

Estas han sido las razones de Fernando para contratar a los dos desempleados que se encontraban en huelga de hambre en el Consistorio. Además, Fernando asegura que no ha habido ningún tipo de acuerdo entre la empresa y el Ayuntamiento. Los dos trabajadores ya han comenzado a trabajar en una obra de reforma en el barrio de San Benito, una de las primeras obras de rehabilitación que se está llevando a cabo en dicho barrio con el objetivo, entre otras cosas, de instalar un ascensor para abrir posibilidades a los discapacitados de la zona que no pueden siquiera bajar a la calle. La obra tiene prevista estar terminada para el mes de octubre, pero "Francisco y Antonio tendrán trabajo siempre que demuestren sus cualidades".

La noticia fue recibida por ambos con los brazos abiertos, para Perea es como si le hubiera tocado la lotería. A pesar de estar soportando temperaturas de escándalo a pleno sol, ambos muestran en su cara la mejor de sus sonrisas por haberse encontrado con este empresario que les ha devuelto la felicidad.

Los dos desempleados llevaban en huelga unas escasas tres horas, pero con anterioridad habían realizado otra que les había llevado seis días en huelga de hambre. "Al enterarse de la buena noticia, mi mujer estaba loca de alegría" apunta Francisco. Tanto Francisco como Antonio habían trabajado como oficiales de obra, aunque actualmente se encuentran desempeñando el papel de peón. "Si desempeñan bien su trabajo en el momento en que haya hueco libre de oficial será para ellos".

Ambos se encuentran bastante agradecidos con la labor que ha efectuado el empresario. A raíz de esta situación, Fernando no ha parado de recibir correos electrónicos pidiendo ayuda pero "no puedo responder a todas las solicitudes que me están llegando, es imposible para mí", comenta el constructor.

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