50 años de lucha contra el hambre y la pobreza

Hace cincuenta años, un grupo de mujeres de Acción Católica decidió que ya era hora de declarar una guerra. Una guerra contra el hambre a base de solidaridad. Nació entonces Manos Unidas. "Todos los que formamos esta entidad sabemos que el único obstáculo insuperable en esta lucha sería creer que la victoria es imposible", asegura la presidenta-delegada de Manos Unidas en Jerez, Ángeles Díaz Polo, que ayer presentó en el Comedor del Salvador la campaña 'Combatir el hambre, proyecto de todos'.

Esta nueva actividad "trabaja en la consecución del primero de los objetivos de la entidad: erradicar la pobreza extrema", comentó Díaz Polo, que recordó que más de 900 millones de personas padecen hambre crónica y 1.400 millones carecen de medios para hacer frente a las necesidades más básicas. Díaz Polo estuvo acompañada en la mesa por el vicario de pastoral de la Diócesis, José Palomas; la delegada de Participación, Solidaridad y Cooperación, Miriam Alconchel; el director general de Bienestar Social, José Manuel Jiménez, y Carmen Ramos, misionera en Mozambique.

La campaña tendrá en el próximo fin de semana su máxima presencia tanto en la calle como en las parroquias. El viernes día 6 de febrero será el Día del Ayuno Voluntario, el sábado día 7 instalarán mesas informativas en la calle y el domingo día 8 tendrá lugar la cuestación en todas las iglesias de la Diócesis. "Es el derecho a comer con dignidad de todos los humanos", subrayó la presidenta.

Ángeles Díaz habló además de los cuatro proyectos que serán atendidos por Manos Unidas-Jerez en Angola, Etiopía, Tanzania y Palestina, por un valor total de 356.476 euros, como centros de formación profesional para mujeres y para reintegrar a discapacitados, la compra de un molino de grano o la reconstrucción de un centro de salud.