Turismo

Los aplausos más esperados

  • La Real Escuela de Arte Ecuestre celebra su primera gala tras casi cuatro meses de parón, en un acto con tintes benéficos y en el que destaca la vuelta de Álvaro Domecq al espectáculo

Álvaro Domecq participó en la gala solidaria de este viernes.

Álvaro Domecq participó en la gala solidaria de este viernes. / Vanesa Lobo

Casi cuatro meses después, la Real Escuela de Arte Ecuestre reanudó su actividad a nivel de espectáculos. Lo hizo con una gala benéfica y exhibiendo sus mejores encantos. Con la ‘nueva normalidad’ como premisa, los jinetes de la institución volvieron a gozar del calor del público, algo que como han reiterado durante estos últimos meses algunos de ellos, “lo necesitamos nosotros y también los caballos”.

Atrás quedan días de miedo, de tensión y de mucho trabajo, el trabajo que han llevado a cabo durante los últimos meses todos los empleados de la fundación para que un día como de ayer fuese una realidad.

Fue el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, quien antes del comienzo calificó la jornada como “un día de fiesta porque después tantos meses se vuelve a abrir uno de los lugares más emblemáticos de nuestra comunidad autónoma y más representativos en el sector turísico”.

“La Real Escuela Ecuestre de Jerez-continuó- significa esta transmisión de cultura, de tradiciones y sobre todo de un amor sin igual al caballo. Abrir las puertas, aunque sea con un aforo limitado, y con un acto dedicado a todas las personas que durante todo este tiempo han luchado por protegernos y por salvar vidas, es un momento emotivo. Esperemos que a partir de ahora este espectáculo, que es símbolo de Andalucía, continúe su labor”.

Junto a Juan Marín asistieron al acto el viceconsejero Manuel Alejandro Cardenete,  la delegada de la Junta en la provincia, Ana Mestre y el delegado territorial de Turismo, Miguel Rodríguez. En representación municipal acudió la delegada de turismo, Isabel Gallardo.

Con casi hora y media de duración, los asistentes, ubicados en la grada del picadero cubierto con tres asientos de separación entre uno y otro, pudieron disfrutar del espectáculo ‘Cómo bailan los caballos andaluces’, un espectáculo que después de mucho tiempo recuperaba en directo a una de sus voces precursoras, la del comunicador malagueño José Marín Carmona, invitado para la ocasión.

Pero no sólo la vuelta de Pepe Marín fue este viernes noticia en el Recreo de las Cadenas, sino que dentro del espectáculo se pudo ver de manera excepcional al fundador de la institución y actual patrono de la fundación, Álvaro Domecq Romero, que después de muchos años de ausencia en los números de la Real Escuela, volvía a montar para deleite de los asistentes.

Fueron tres los números en los que el veterano jinete jerezano exhibió su maestría, primero a lomos de Quebrancho en un paso a tres con las jóvenes jinetes Miriam Díaz y Julia Tocino, posteriormente con Yute, con el que realizó el número ‘Trabajos en la mano’ y finalmente en la pieza que cerró el espectáculo, ‘Son y ritmo’, montando a Adivino.

Fueron seis las partes de las que constó esta gala especial, en la que pudimos ver a algunos de los majestuosos enganches que forman parte de la institución, e incluso al caballo en el que los jinetes de la Real Escuela tienen depositadas muchas ilusiones, Lezco, que ejecutó ‘Fantasía a caballo’ de la mano de Ignacio Rambla.

Previamente, a mediodía, la Real Escuela organizó a modo protocolario, por segundo año consecutivo, el acto de entrega de diplomas a los alumnos de la XXXVII promoción de esta institución. La propuesta, impulsada por su actual director Jorge Ramos, pretende así dignificar la graduación, de ahí que a la misma acudiera la plana mayor de la Fundación, desde Álvaro Domecq a la totalidad de jinetes de la Escuela. También estuvieron presentes el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, y Felipe Morenés, propietario de la yeguada Marqués de Villarreal y último poseedor del Caballo de Oro.

Cada año, decenas de alumnos acuden a la Real Escuela para formarse en las distintas disciplinas del mundo ecuestre, equitación, enganches, guarnicionería, auxiliar de clínica equina y mozo de cuadra. Éstos llevan a cabo estudios de 2 a 4 años, estudios que finalizaron ayer con el acto de la entrega de diplomas. No hay que olvidar que la formación en el sector ecuestre es uno de los principales objetivos fundacionales de la institución, constituyéndose en una garantía para la conservación y difusión del arte ecuestre.

“Ha sido un camino que les ha sumergido en la cultura y en la esencia de Andalucía, que les convierte en profesionales de excelencia en la equitación, el enganche, la guarnicionería, como mozos de cuadra y auxiliares veterinarios”, resaltó Juan Marín.

El consejero de Turismo resaltó cómo la Real Escuela ha sabido mantener activa su presencia en el mundo a pesar de los meses de parón en la actividad debido a la crisis sanitaria por el coronavirus. “La cultura se ha convertido en estos pasados meses en un recurso muy demandado y en una vía de escape en tiempos difíciles. Esta institución no ha desaprovechado la ocasión de resituarse en el mapa de la cultura y del turismo, y hoy son muchas más las personas que la conocen y la admiran”.

Del mismo modo, centró su discurso en la labor de visualización que desde la institución se ha tenido durante todo este tiempo. En este sentido destacó el seguimiento que la fundación ha tenido en las redes “con más de 8 millones de personas siguiendo las imágenes, fotos y vídeos proyectados en internet”. Como dato significó que se han producido “266 millones de interacciones, y se han consumido más de 4.600 horas de vídeo por espectadores de todo el mundo”.

Andalucía y el caballo viven en comunión, como lo demuestra el estrecho vínculo del arte ecuestre con las costumbres y la imagen de Andalucía. El caballo es hoy por hoy un recurso turístico de primer orden, avalado por una amplia oferta de actividades y una rica industria complementaria”.

El vicepresidente andaluz ha destacado la nueva etapa que se abre en el sector turístico después de la pandemia del COVID-19, “que demanda una imagen de seguridad higiénico sanitaria imprescindible”.

En este sentido, Marín ha recordado el esfuerzo de su consejería por resituar a Andalucía como el destino más seguro del mundo. “La creación del distintivo ‘Andalucía Segura’ que hemos puesto en marcha identifica a todas las empresas que cumplen las medidas de seguridad frente al COVID-19 y la Real Escuela ha sido una de las primeras instituciones en contar con él”.

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