La asociación de coches de caballos denuncia la falta de interés del Ayuntamiento en los últimos años por su profesión, llegando a una situación de "olvido absoluto", según dicen. Esta asociación, en nombre de las diez licencias que actúan en la ciudad, propone varias transformaciones necesarias para el buen funcionamiento de esta actividad turística. Recuerda que son como los taxistas, con tarifas establecidas y licencias oficiales, aunque "con menos derechos que ellos".

La primera transformación que consideran imprescindible es la creación de una infraestructura adecuada en las paradas que tienen asignadas oficialmente. Es decir, una parada debidamente señalizada, con un techado que pueda dar sombra en verano y resguardar de la lluvia en invierno a los diferentes caballos y una toma de agua para poder ofrecer bebida a los animales y poder limpiar las orinas. "No pedimos nada extraño, solicitamos algo normal y lógico que también podemos observar en otras ciudades como Sevilla", indican.

La ciudad ha pasado de tener dos coches de caballos a disponer de diez en la actualidad

Otra de las solicitudes que presenta esta asociación pasa por cambiar la parada establecida en Alameda Vieja e instalarla en la calle Armas, frente a la plaza del Arenal. Es precisamente en Armas donde suelen situarse estos cocheros, junto a sus caballos, ya que afirman que es la zona ideal para recibir a sus clientes, debido a que es en Arenal donde está la hostelería y la afluencia de turistas, aunque en numerosas ocasiones la policía tiene que desalojarlos del lugar por no estar en el sitio adecuado.

La respuesta del Ayuntamiento ante esta petición ha sido negativa por motivos de higiene pública, ya que los vecinos critican los olores y las moscas que dejan estos animales en la zona. A pesar de esta respuesta, los cocheros aseguran que "en la parada de Alameda Vieja hacemos muchísimos menos viajes, porque por allí pasan pocas personas".

Los cocheros creen que la solución a sus problemas actuales se encuentra en una mayor atención por parte del gobierno local, para que puedan verse mejoradas sus condiciones de trabajo y continuar "ganándonos la vida, porque esta profesión no nos da para vivir". De hecho, en otras épocas del año, Jerez pasa de tener diez coches de caballos disponibles, a tener dos o tres a lo sumo. Esto se debe a que "no merece la pena en muchas ocasiones. Para salir a la calle con el caballo y volver a casa sin haber realizado ningún viaje, prefiero dejar al caballo en casa e intentar ganar dinero de otra forma", asegura Emilio Domínguez, presidente de la asociación.

Y es que Jerez ha pasado de tener dos coches de caballos al servicio de todo aquel que desease conocer la ciudad, a tener actualmente diez. Además, tres nuevas licencias vienen en camino, por lo que pasaría a haber 13 coches, con los que estos profesionales intentan ganarse la vida con paseos turísticos por la ciudad. "Nuestras tarifas son de 40 euros cada hora de viaje. Una ruta por varios enclaves de interés turístico, en la que intentamos mostrar y contar historias interesantes sobre los monumentos, palacios, museos y zonas más bonitas de Jerez, que no son pocas", cuenta Benito, el primer cochero que obtuvo la licencia en la ciudad junto a su padre, hace más de 45 años.

Todas estas propuestas e interés de los cocheros por dar un mejor servicio y mejorar su actividad profesional, quedarían en nada si en la ciudad no hubiera turismo. Consideran que "vivimos de los turistas que vienen a conocer Jerez, y la mejor solución de todas las posibles es que vengan a la ciudad muchos más. Para ello hay que fomentar el turismo y conseguir que Jerez sea un atractivo turístico mucho mayor, ya que beneficiaría a muchas personas en esta ciudad", explican desde esta asociación.