La afluencia a la plaza de Abastos de Jerez se ha visto especialmente beneficiada una vez que el calvario de las obras del eje Corredera-Esteve concluyeron. El principal medio de transporte para los clientes de la popular Plaza retornó a la plaza Esteve, los autobuses urbanos, y los efectos “no han tardado en comprobarse”, asegura a este medio el secretario de la Asociación de Comerciantes de la Plaza de Abastos, Miguel Barranco.

En el seno de los comerciantes de este céntrico enclave comercial jerezano se destaca que “en los últimos días la afluencia de clientes se ha visto aumentada en un 10% aproximadamente”. La dependencia de autobuses urbanos y Plaza es mutua. No en vano ambos generan una sinergia que beneficia tanto al transporte público como a los comerciantes del Mercado Central.

Miguel Barranco destaca que “fue el pasado jueves cuando todo empezó a retornar a la normalidad. La afluencia se vio de inmediato incrementada. No es que se tratara de un bombazo ni mucho menos, pero se vio más alegría por la mayoría de los pasillos”. Un hecho especialmente destacable es que dicha afluencia es sobre todo “de gente mayor, personas que ahora se mueven con más confianza sobre todo después de que les haya alcanzado la vacunación contra el Covid”.

Los días desde el retorno de los autobuses, a tenor de lo que se informa desde el seno de la Asociación de Comerciantes de la Plaza de Abastos, “han sido buenos” ya que, no en vano, desde que se abrió la zona el pasado jueves “el viernes y el sábado así como el lunes y este martes han sido buenos con un incremento de un 10% en la afluencia de clientes” .

La intrahistoria de la Plaza ha sido bien distinta durante esta travesía del desierto que ha supuesto la ejecución de las obras. “Aquí, a la Plaza, no llegaba nadie, el que llegaba solo por no tener que cargar con la mercancía hasta la parada de autobuses más cercana en vez de hacerse con ocho kilos de productos finalmente sólo se llevaba cuatro. La única opción que les quedaba era dirigirse hasta la parada de la Rotonda de los Casinos o el principio de la calle Arcos”, destaca Miguel Barranco. La consecuencia de todo ello ha sido clara: “Muchísimos clientes de la Plaza se quedaron en sus barrios y compraron en sus tiendas de cercanía”.

La popular Plaza gasta buena salud: “No hay casos de Covid, estamos en perfecto estado de revista” y la ocupación de puestos es la habitual, a excepción de los que se denominan en el Mercado central como los 'pasillos antiguos de la fruta'.