Jerez

Una ayuda para los cuidadores

  • Una quincena de usuarios se benefician de un programa que lleva Cruz Roja para atender a mayores dependientes · El proyecto permite liberar por unas horas a quienes los atienden para que hagan gestiones

Lucía Muñoz Rubio, de 73 años, es una de las primeras usuarias de Jerez que un programa que ha puesto en marcha Cruz Roja que se ha bautizado con el nombre de 'Cuidemos al cuidador', con el que se pretende dar un apoyo temporal a familias con mayores dependientes. Por el momento se está atendiendo a unos quince usuarios entre Jerez y Chiclana, así como se hacen gestiones puntuales como la tramitación de la Ley de Dependencia, como comenta una de las trabajadoras sociales de la asociación de Cruz Roja, María José Ayllón.

La iniciativa consiste en que una vez a la semana, un voluntario de Cruz Roja que está previamente formado, acude a la casa de una persona que está constantemente cuidada por una persona de su familia y es precisamente en ese tiempo, en el caso de Lucía son tres horas en un día, el cuidador aprovecha para hacer gestiones como ir al banco, al médico o acudir al súper a hacer unas compras, algo que por ejemplo, hace Ana, la hija de Lucía, que pese a tener reducida la movilidad (está en una silla de ruedas) no ha perdido la sonrisa ni un minuto.

Las tres horas que pasa con el voluntario, tuvo en su casa a Fran, que venía de Lebrija y también a José Luis, se le pasan volando porque en ese tiempo no para de hacer actividades relacionadas con las cuentas, jugando al dominó o al mus o simplemente charlando y compartiendo experiencias de la vida. "Mi valoración es buenísima, la verdad es que estoy muy contenta con los dos voluntarios que han venido a mi casa. En un principio cuesta romper el hielo, pero luego casi no da tiempo a nada", comenta Lucía, que siempre ha llevado un trabajo de cara al público y eso se nota en el trato. Ha pasado por una carnicería, una bollería y un puesto de verdura en la plaza, quizá por eso le gusta tanto charlar.

José Luis, el voluntario, supo de este programa gracias a Internet. Ahora tiene más tiempo libre -se ha dedicado a la construcción- y por eso se ha volcado en esta iniciativa para la que ha recibido una formación previa. "Esto recompensa, además ayuda a valorar lo que tienes". Los martes, que es el día en el que se hace la visita, se ven de otra manera en casa de Lucía. "Hasta me hace madrugar", dice. Ese día se levanta algo más temprano de lo habitual y sale un poco de su rutina de estar en el salón viendo la tele, desayunando, charlando o leyendo el periódico. En esas horas cosas cotidianas como éstas se dejan para más tarde. Los fines de semana es cuando recibe más visitas de sus hijos y su nieta y de sobrinos.

Rosario Núñez es otra de las beneficiarias de este programa. Lleva cuidando de su madre, con más de 90 años y con alzheimer, quince años. Gracias a este programa recibe una ayuda un día a la semana que le permite hacer gestiones fuera de casa. "Los voluntarios son estupendos y sé que mi madre se queda acompañada en el ratito que vienen y para mí es un respiro. Recomiendo el programa a quien lo necesite". En estos años ha trabajado de forma esporádica cuando su hija se ha quedado parada. Rosario tiene conocimientos de ayuda a domicilio ya que ha cuidado a muchos mayores y ahora es ella la que se encarga de su madre.

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