Jerez

En el banquillo por tratar de vender estupefacientes en la zona de Cerrofruto

  • El acusado, que ni siquiera asistió al juicio, fue detenido en una vigilancia policial periódica

Un hombre que responde a las iniciales de J.B.M. tenía que haberse sentado ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal 2 por un delito contra la salud pública. Debía haberse sentado, pero ni siquiera compareció al juicio que estaba previsto y que acabó celebrándose sin su presencia al solicitar el Ministerio Público para él una pena igual o inferior a los dos años de prisión.

El acusado, como se encargaron de poner de manifiesto los policías que lo detuvieron, ha sido interceptado en más de una ocasión por hechos similares. Es normal que los efectivos del grupo de Investigación de la Policía Local realicen controles periódicos en la zona en la que el encausado fue detenido, la calle Beato Diego de Cádiz. Los vecinos de la barriada de Cerrofruto se han quejado en varias ocasiones por el trasiego continuo de consumidores y la venta de droga. Uno de los efectivos se encargaba de vigilar esos supuestos intercambios a una distancia corta. En poco tiempo pudo ver más de uno de esos intercambios en las proximidades de un bar no sólo por parte del detenido, sino también por parte de otras dos personas. No obstante, no consiguieron incautar al inculpado sustancia alguna.

El resto del grupo tenía la misión de interceptar a los posibles compradores, que incluso llegaron a admitir dónde habían adquirido la droga, en concreto, hachís. Uno de los compradores fue interceptado cerca de la glorieta de Cuatro Caminos, pero se negó a prestar declaración. Es más, la persona que estaba citada al juicio como posible comprador tampoco compareció. La defensa considera que no hay pruebas de cargo directas que incriminen al acusado. El fiscal pide su condena.

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