La batalla diaria de los taxistas

Radiografía de un sector asfixiado por la crisis que pese a todo ha conseguido superar el fantasma de una huelga

La batalla diaria de los taxistas
La batalla diaria de los taxistas
Macarena Vigara Blanco / Jerez

04 de agosto 2012 - 01:00

El 2012 parece ser el año de las huelgas. Por todo el país se están sucediendo muchísimas movilizaciones en contra de los recortes y de ciertos proyectos de Ley. El sector del taxi no podía ser menos y no sin razón, ya que el Gobierno de España tramitaba una modificación en la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres, a través de la cual se crearía un sector paralelo al taxi sin ningún tipo de regulación ni control, lo que perjudicaría notablemente tanto a los trabajadores como a los usuarios.

En lo concerniente a los taxistas concretamente hubiera sido en la pérdida del valor patrimonial de su licencia, en la pérdida de puestos de trabajo y de una oportunidad laboral para sus hijos e hijas, y en una reducción drástica de ingresos al tener que competir con un gran número de 'taxis' no regulados, lo que conllevaría la desaparición de todas las regulaciones existentes y el incremento de la jornada laboral (tendrían que trabajar más horas por menos dinero). Además, todo esto traería consigo la desaparición del gremio, ya que no podrían competir con otro sector igual en número, pero con más ventajas a la hora de ofrecer servicios en todo el país y cobrando por plaza.

Por suerte para ellos, el Gobierno ha reculado y no ha aprobado este proyecto de Ley. Esto es un gran logro ya que, como afirma el presidente de la compañía de taxis de Jerez, Sebastián Blanco "independientemente de los casos de movilización violenta, el sector del taxi ha demostrado cómo se hace una movilización. Todos hemos luchado juntos por la misma causa". La opinión generalizada es similar a la de Antonio López, quien lleva 26 años conduciendo un taxi y afirma que esto ha sido porque "seguramente el Gobierno ha visto que para un sector tan grande en España es muy negativo y podría traer muchas consecuencias, sobre todo en la calle. No hubiera sido un día sin trabajar, sino un futuro sin trabajo y ya bastante mal lo llevamos".

Pero, a pesar de esa victoria, el taxi sigue siendo uno de los sectores más afectados por la crisis, e incluso podría hasta considerarse un servicio de lujo. "Ahora cada vez es más aburrido estar en el taxi" bromea José Luis Bazán, taxista desde hace 20 años, a este respecto y añade que "mejorando la economía en general, mejoraríamos nosotros. Dependemos de la calle y si la calle está mal, estamos mal".

También hay que añadir la dureza de este trabajo en el que se debe invertir una media de 13 horas diarias para ganar un sueldo decente, sobre todo teniendo en cuenta de que a pesar de la subida del IVA y de los precios, los taxistas no han cambiado sus tarifas. Sebastián señala que "hace unos años mucha gente usaba el taxi porque la situación no tenía nada que ver y ahora tienes que estar todo el día para conseguir medio jornal".

Antonio cuenta que "antiguamente, antes de la crisis, la primera quincena era buena. Pero ahora ya cualquier día es malo. Normalmente, en invierno nos ha ido mejor pero ya ni eso. Hay que tener en cuenta que tenemos una tasa de paro muy grande, es decir, que si la gente no tiene dinero en el bolsillo, nosotros no nos movemos. Además, la gran preocupación es que en el futuro posiblemente nos vaya incluso peor, hasta que no se genere empleo".

La mayoría de los taxistas coinciden en que esta falta de trabajo, y por lo tanto de dinero, se nota especialmente en verano, aunque la demanda suele aumentar moderadamente sobre las 12 de la mañana, con llamadas a 'Teletaxi' procedentes de fuera de la localidad, y al medio día en las zonas céntricas de la ciudad, aunque esto no es en la misma proporción que las llamadas que se hacían a este servicio antes de la crisis. Además esa existencia de taxistas 'foráneos' o 'piratas' sin licencia les está "quitando el pan de la boca".

Por otro lado está el problema de las licencias. Ahora mismo una licencia se cotiza en torno a los 120.000 euros y como consecuencia ha habido una bajada en la demanda de las mismas. Tanto es así que incluso "sobran". Por otro lado la concesión de nuevas licencias está totalmente parada, ya que en la actualidad no existe un aumento de la demanda. Hoy en día, sólo se pueden conseguir si un trabajador se jubila y su hijo o hija la hereda o si se decide vender.

Ante este panorama, no cabe duda de que los taxistas de Jerez tienen que recorrer aún un largo camino para salir de este bache económico, una vez que la demanda de taxis vuelva a recuperarse. José Luis Bazán cuenta que "los mejores meses son los de la Feria, las motos y los grandes eventos. Pero ahora todos los meses son malos". De hecho, "hay conductores que se han ido porque les sale más rentable estar en paro que trabajando" tal y como comenta Antonio López. Incluso las mujeres se han tenido que poner a trabajar para ayudar a sus maridos a sacar el negocio, y por tanto a sus familias, adelante ya que la única forma de que un taxi dé dinero es teniéndolo 24 horas en movimiento, a pesar de estar muchas de ellas sentado en la parada.

Sin embargo, a pesar de todos estos problemas, de la falta de trabajo, de las horas muertas esperando en una parada, de ver poco tiempo a la familia y los amigos (ya que si no están todo el día no tienen un sueldo decente), de depender de unos ciudadanos cuya economía "tampoco está como para tirar cohetes", de los 'taxistas' sin licencia y de otras muchas dificultades, este colectivo ha sabido unirse en Jerez, y en toda España, y reivindicar sus derechos, "luchar por lo que nos pertenece y porque no nos arrebaten el trabajo".

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