Jerez

El botellón llena la madrugada

  • El González Hontoria, con los conciertos de RTVE, y la avenida Álvaro Domecq toman el testigo a la de Europa · El centro, para los jerezanos menos amigos de las multitudes · La limpieza, rápida y eficiente

La avenida de Europa estuvo animada la noche del sábado hasta el preciso momento en que los supermercados de la zona cerraron sus puertas. Es decir, hasta las diez de la noche. Fue ese el preciso momento en que motoristas, conductores de 'discotecas ambulantes' sobre ruedas y el variopinto personal que suele hacerse ver durante las motoradas decidió cambiar de ubicación. Tal y como se montó el tinglado se desmontó. La multitudinaria botellona de la tarde del sábado tan sólo se recordaba por la gran cantidad de basuras que quedaron desperdigadas durante unos minutos. Y es que hay que alabar el trabajo de los empleados de Urbaser que con una rapidez pasmosa devolvieron la habitual buena imagen que caracteriza a la avenida de Europa.

Donde la juerga duró un poco más fue en la avenida Álvaro Domecq, donde la animación se prolongó hasta bien entrada la noche . A primera hora de la mañana, concretamente a las nueve, operarios de la limpieza adecentaban el tramo de la avenida Domecq comprendido entre las calles Caldas y Cruz Roja.

¿Quién se encargó de recoger a todos los amantes de la noche? Pues básicamente el parque González Hontoria, que experimentó un lleno absoluto. Allí se celebraron los conciertos de RTVE con 'MotoGP' con las actuaciones de nuevos y viejos conocidos del panorama del pop y del rock español como 'Di Elas' (el grupo del actor Luis Tosar) y Mikel Erentxun. Ambos artistas presentaron sus nuevos trabajos ante un auditorio que creó dos ambientes: unos iban al concierto y otros continuaban con la botellona iniciada en otros lugares.

Mientras que en estas zonas se concentraba todo el ambiente motero llegado a la ciudad, el centro urbano era un mundo aparte. La movida era mínima y reinaba un silencio extraño, tan sólo roto de vez en cuando por un tubo de escape que hacía recordar al ciudadano que en Jerez se estaba celebrando el Mundial de Motos. Después, de nuevo el silencio. A pesar del esfuerzo de los hosteleros por llamar la atención de los aficionados con reclamos varios en las puertas, hasta las calles del casco histórico fueron muy pocos los amantes de las dos ruedas los que se adentraron. Se quedó para los propios jerezanos. Daba la sensación de que habían regresado los estrictos controles de ediciones anteriores que blindaban el centro al foráneo. Como se puede comprobar, el ambiente en la ciudad fue por zonas. Unas tuvieron más suerte que otras. Eso sí, la tranquilidad se erigió en una de las tónicas principales de la motorada 2011.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios