Los vocales del vino conocieron ayer los planes de integración o de "reestructuración", como prefieren llamar los responsables del Consejo Regulador al proceso iniciado para "racionalizar" el funcionamiento interno y el uso compartido de los servicios de las instituciones del vino y el brandy de Jerez, y que desarrollarán en tres fases para culminar en 2010, antes de las elecciones.

Según explicó ayer el presidente de la Consejo del vino, Jorge Pascual, la reestructuración interna se realizará paulatinamente en lo que queda de año, si bien la institución del jerez tiene previsto acelerar el proceso este mismo mes, para después de Semana Santa empezar a trabajar con lo que será la plantilla de futuro, lo que implica la salida de cuatro trabajadores.

El propio Pascual señaló que en el brandy también se van a dar los pasos para que desde principios de verano, y en lo que queda de año, puedan "rodar los sistemas", ya integrados. "Queremos hacerlo en paralelo para que a principios de 2010 tengamos la estructura completamente integrada y esas son las tres fases que manejamos", subrayó Pascual, quien precisó que "el plan es ir fusionando los servicios para poco poco llegar a la meta de 2010 con un órgano de gestión totalmente integrado, pero manteniendo la independencia de los dos plenos, con su presidente, su vicepresidente y su secretaría general".

En este sentido, el director del Consejo, César Saldaña, aclaró que "estamos hablando de una integración de la estructura operativa, de los servicios, no de los consejos, y se está haciendo con ciudado de que tanto el brandy, por un lado, como el vino y el vinagre, por otro, preserven sus niveles de representatividad, y sus órganos de decisión, que en definitiva son los plenos".