La brecha digital también se asoma a los centros de adultos

Los tres Centros de Educación Permanente existentes en la ciudad, Victoria Alba, El Aljibe y Trece Rosas, tratan estos días, como está ocurriendo con el resto de la comunidad educativa, de adaptarse a la situación de confinamiento decretada tras el estado de alarma del pasado 15 de marzo.

En muchos casos, la situación se está llevando a cabo con cierta normalidad, sobre todo en aquellos centros que llevan varios años trabajando este aspecto, bien sea por iniciativa propia o por el hecho de estar acogidos a programas como Prodig, un programa que la Consejería realiza a través del Marco Europeo para Organizaciones Educativas Digitalmente Competentes.

Se trata pues de realizar los procesos de enseñanza y aprendizaje en un entorno tecnológico y convertirlos en un espacio de encuentro para docentes y alumnado, facilitando el acceso directo a los contenidos digitales e introduciendo cambios metodológicos y organizativos que permita al alumnado aprender con claro carácter inclusivo.

En otros casos, por contra, el paso hacia las nuevas tecnologías está resultando especialmente complicado, sobre todo porque, tal y como reconocen algunos responsables de dichos centros, “no es fácil esa adaptación de la noche a la mañana”.

De cualquier forma y debido a la variedad de perfiles de este tipo de centros, que engloba a varios segmentos de edades y realidades sociales, sus directores están encontrando algunos problemas con su alumnado, en unos casos producto de la brecha digital, y en otros debido, en su mayor parte a los que preparan el acceso a la universidad, al hecho de no poder compaginar sus circunstancias diarias (con teletrabajo o tareas en casa con hijos y demás).

“Hay muchas familias que se han visto afectadas por un ERTE, algo que deja al alumnado con con mucha incertidumbre, no es fácil decir que se concentren y estudien”, admite uno de los directores.

Aún así, como está ocurriendo con el resto de estratos educativos, el profesorado de estos centros intenta adaptarse a iniciativas de formación especialmente llamativas, que están saliendo, a veces a través de la Consejería (como la plataforma moodle) y otras gracias al esfuerzo de la propia comunidad docente.

No hay que olvidar que en este curso escolar 19/20, los Centros de Educación Permanente de la ciudad (incluyendo las pedanías) han registrado un total de 3.005 matrículas, una cifra a las que hay que sumar los matriculados en IES, 1.085, o sea, un total de 4.090 alumnos, según los datos ofrecidos por la delegación territorial de educación.

De ellos, el mayor porcentaje corresponde a la modalidad presencial, aunque también hay un número considerable en la preparación del título de Secundaria, esta vez bajo el modelo semipresencial.

Pero de la misma forma que el coronavirus y este estado de alarma está afectando al día a día de cada alumnado, sí que es cierto que a muchos les ha terminado afectando en las fechas de exámenes.

Es el caso de las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 y de 45 años, cuyo plazo de inscripción estaba prevista el pasado 20 de marzo, están pendientes de la finalización del estado de alarma. En ambas situaciones, el alumnado tendrá cinco días naturales, una vez levantado el estado, para inscribirse. Si el último día fuese festivo (incluyendo los sábados), se trasladará dicho día al siguiente día laborable.

Asimismo, se ha informado que las pruebas, fijadas para los días 17 y 18 de abril, se harán dos semanas después, como mínimo, de la eliminación del decreto.

Del mismo modo, las pruebas para acceder al graduado escolar de forma libre también han sido aplazadas, aunque de momento no hay fechas fijadas a la espera de que finalice el confinamiento.