La falta de agua, la incidencia de la seca o los daños de la lagarta peluda son algunos de los retos que tienen por delante las fincas forestales de la provincia pero la máxima preocupación sigue siendo la necesidad de que se activen las Ayudas Forestales que están paradas desde 2012. “En Asaja-Cádiz hicimos campaña continuada ante la sordera del anterior gobierno de la Junta con este tema, los propietarios de montes están llevando a cabo muchas iniciativas para mantener la buena salud del monte y lo hacen de su bolsillo pero sin las forestales es imposible llegar a todo. Tuvimos muchas promesas pero al final todas se incumplieron. Ahora tenemos el compromiso del nuevo gobierno y sabemos que están haciendo todo lo posible para poner en marcha cuanto antes las ayudas porque son conocedores en profundidad de su papel vital para la prevención de incendios”, explican Pedro Gallardo y Luis Ramírez, presidente y secretario general de Asaja-Cádiz.
Además de la petición de la convocatoria de las Ayudas Forestales, la asociación, consciente de la importancia del mundo forestal en la provincia, está llevando a cabo varios proyectos que encaran las principales debilidades del sector y es, Ignacio Cáliz, responsable del Departamento de Medio Ambiente de Asaja quién las desglosa. El primero al que hace referencia es muy llamativo, se trata de un ensayo para conseguir establecer en la provincia variedades de alcornoque que sean inmunes a la seca, enfermedad que provoca el decaimiento y muerte de las encinas y alcornoques. Gracias a un convenio con Diputación de Cádiz, al compromiso del diputado Javier Pizarro y el servicio especializado del Instituto Madrileño de Investigación Agraria (IMIDRA) se han elegido cuatro parcelas en Alcalá de los Gazules en las que se están plantando pies de alcornoques clones de otros llamados ‘árboles escape’, es decir, árboles que han sobrevivido a la seca en otros puntos de España, se clonan y se plantan en Cádiz “con este ensayo conseguimos ver si se adaptan a nuestras condiciones climáticas y de suelo y conseguimos mucha información que iremos facilitando a nuestros asociados para volver a poblar sus fincas”, comenta Cáliz.
La lagarta peluda a raya
Otro de los trabajos importantes del Departamento es trasladar a la Administración la necesidad de poner en marcha en los próximos meses los tratamientos para prevenir la lagarta peluda o Lymantria dispar, un lepidóptero que provoca la defoliación de las quercíneas. “Conseguir que la Administración, que dispone de fondos, realice los tratamientos y autorice las materias activas y los vuelos, en caso de que los propietarios los quieran hacer, porque llevar a cabo los trabajos preventivos es vital para que se pueda realizar el descorche en la provincia”, añade Cáliz. Hay que apuntar que, en caso de que el grado de defoliación en la copa se aproxime o supere el 50%, la Administración no deja sacar el corcho. Asaja-Cádiz ya ha informado a la regional, que se está encargando de trasladar la petición a la Junta de Andalucía para que dé el beneplácito.
Estos platos fuertes se unen al día a día del Departamento de Medio Ambiente de Asaja-Cádiz que saca adelante trabajo como: La renovación de los Planes de Prevención de Incendios Forestales, las solicitudes forestales, la solicitud de quemas de rastrojos, mediciones y replanteos de campo por GPS, seguimiento de la certificación PEFC o planes técnicos de ordenación.
