Jerez

Los cabecillas del 'caso Acobiomol' aseguraban curar "en tres meses" el cáncer

  • El isleño Jesús Preda y Enrique Moresco, alcalde de El Puerto, declararon como testigos en el juicio, que mañana continuará con el análisis de las pruebas periciales

Los testigos que declararon hoy en la Sección octava de la Audiencia Provincial en Jerez de la Frontera afirmaron hoy ante el juez que los supuestos cabecillas del caso 'Acobiomol' les aseguraron que curarían cáncer avanzado a sus familiares «en tres meses», tras firmar contratos económicos para suministrar el producto por cantidades que iban desde los 9.000 a los 15.000 euros.

El declaraciones ante el magistrado, el isleño Jesús Preda, que fue el primero de los afectados en presentar una denuncia, relató que se enteró de la existencia del Neovit 3000 a través de un compañero de trabajo al que J.M.A.A. y J.L.A.B., que se hacían pasar por biólogos, le vendieron «un crecepelos».

En este sentido, explicó que tras reunirse con ellos y exponerles la Teoría del Acobiomol y «darles por escrito» la patente del supuesto producto milagroso volvió a verlos en la clínica Costa Noroeste, en la localidad de El Puerto de Santa María, donde les facilitó el historial médico de su esposa, que padecía un cáncer de estómago.

Tras analizar las analíticas durante «cinco minutos» los procesados, que contaban con uno de los médicos imputados, E.D.R., a quien se refirieron como un traumatólogo pero «multidisciplinar», le señalaron que el cáncer de su esposa era «perfectamente tratable» y se curaría «en tres meses».

Por ello, sellaron «con un apretón de manos» el acuerdo económico por el que tendría que abonar 9.000 euros en dos plazos, ingresando primero 4.500 euros «nada más recibir las primeras dosis», aunque el contrato incluía una cláusula que recogía que el dinero sería devuelto si la paciente no experimentaba mejoría.

Posteriormente, relató que su esposa falleció a los pocos meses tras la ingesta del compuesto, el cual calificó como «traumático», ya que tenía un sabor «repugnante». Además, su mujer sufrió una «hepatitis medicamentosa» por la que tuvo que ser hospitalizada, por lo que llamó a los procesados para «resolver» el contrato acogiéndose a la referida cláusula.

Sin embargo, además de negarse, los imputados recomendaron infiltraciones del compuesto en la médula de la paciente como «única solución» para «salvar» a su mujer, a lo cual se opuso por considerarlo «una barbaridad», decidiendo emprender acciones legales al no devolverle el dinero.

En la Sala también prestó declaración como testigo el alcalde de El Puerto de Santa María, Enrique Moresco, que, aconsejado por trabajadores del Ayuntamiento de la localidad portuense, se reunió con los imputados para tratar el cáncer en estado avanzado que sufría su esposa.

En su declaración ante el juez, Moresco reconoció que no denunció a los imputados «para no ahondar en la herida», ya que su esposa falleció debido a esta enfermedad, y que recurrió a ellos supervisados bajo un médico conocido por él, E.D.R., imputado en el caso como presunto cómplice, «porque tenía que intentarlo todo con mi mujer».

No obstante, se mostró «molesto» porque los imputados utilizaran su contrato, por el que pagó 9.000 euros, «como reclamo publicitario» aprovechando que él fuera un cargo público y admitió que éstos le pidieron que su mujer abandonara la quimioterapia, a lo cual se opuso.

La vista oral se reanudará mañana jueves con las pruebas periciales.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios