El calvario de trabajar a pleno sol

En pleno verano lo que apetece es estar en la playa o la piscina con la familia y los amigos, lejos del calor y las altas temperaturas que hace estos días, pero no todos pueden disfrutar estas fechas de la misma manera. El problema aparece cuando toca seguir trabajando en la ciudad y más aun cuando se hace a pleno sol. Aún es más complicado para aquellos que trabajan en oficios en los que están expuestos a altas temperaturas, es ahí cuando el calor se convierte en el principal enemigo de estos trabajadores. Pero el seguir trabajando en la ciudad, además de no poder aprovechar para salir y descansar, se le une el agravante de las subidas de las temperaturas que se dan en este mes y posiblemente, será mucho peor en el mes de agosto en esos días tan señalados cuando se dan las conocidas y temidas olas de calor.

Este aumento de las temperaturas supone para muchos de estos trabajadores un doble esfuerzo a la hora de realizar sus tareas. Como cada año, los profesionales que padecen las consecuencias de este sofocante calor buscan todo tipo de soluciones para poder hacer más llevadera la jornada laboral. Por ejemplo, el aire acondicionado o los ventiladores, pero estos inventos no solucionan en muchos de los casos combatir el calor. Esto ocurre en los oficios que se dan a pleno sol o aquellos que, aunque estén en recintos cerrados,no le es suficiente con la ayuda de estos aparatos.

Con enemigos como el sol y el calor, hay que recurrir a remedios como beber mucha agua y aprovechar los espacios con sombra para descansar. Trabajar en estos meses de verano con las condiciones climáticas que esto acarrea, supone para estos cuatro protagonistas un reto cada día. Manuel Jesús, José Antonio, Ana y José María desde sus diferentes puestos de trabajo son un claro ejemplo de los llamados 'currantes' de verano.

En definitiva, cuando el calor aprieta y toca trabajar, por muchos años de experiencia con los que se cuenten, es difícil acostumbrarse a trabajar en estas condiciones.