La asociación de vecinos del casco histórico ha cerrado el censo de casas abandonadas en estos emblemáticos barrios con la cuantificación de unos 150 inmuebles desocupados, cuyo abandono durante los últimos años ha llevado a que presenten un estado lamentable. La situación es especialmente grave, según la asociación, en calles como Pilar, Siete Revueltas, Flores, San Blas, San Yldefonso o Cordobeses, en las que gran parte de los edificios están abandonados. La propia alcaldesa María José García-Pelayo visitó hace unos días, a petición de los vecinos, esta céntrica zona acompañada de varios delegados municipales y del jefe de la Policía Local, Manuel Cabrales y pudo comprobar in situ el deterioro reinante. Durante un paseo de una hora y media, los vecinos mostraron a Pelayo lo que la asociación ha denominado el 'Jerez bombardeado' por la imagen que ofrecen muchas de las calles a los visitantes. El presidente de la asociación vecinal, Alejandro González, señaló que incluso durante el recorrido la alcaldesa tuvo que llamar al comisario de la Policía Nacional "porque en la calle Justicia habían abierto una casa a patadas y estaba sacando cosas de allí según contaron los vecinos de la calle".

El Ayuntamiento se ha comprometido a contrastar este censo realizado por los residentes en el casco histórico con el registro de solares que tiene Urbanismo, aunque los vecinos auguran que éste se ha podido quedar ya obsoleto. La asociación pretende que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto y en cumplimiento de la Ley del Patrimonio Histórico obligue a los propietarios de los inmuebles a adecentar al menos las fachadas. No obstante, González indicó que algunos son de titularidad municipal y otros están en manos de inmobiliarias que llegaron por el reclamo de las expectativas que levantó la construcción de la Ciudad del Flamenco y que abandonaron los proyectos a medida que la faraónica obra perdía consistencia por la falta de presupuesto.

González admitió que el centro histórico precisa una rehabilitación de tal envergadura "que sabemos que no va a ser de hoy para mañana, pero lo importante es que se empiece por algún lado y que al menos el deterioro no vaya a peor. El Ayuntamiento nos dice que en el caso de los inmuebles de su propiedad se intentarán consolidar, pero que el proceso es más difícil cuando se trata de una propiedad de titularidad privada". Agregó también que muchos vecinos reclaman una mayor facilidad y menor coste en las licencias de obras que se exigen para cualquier mejora en las viviendas.

En la visita se abordó además la movida nocturna y los locales que, en opinión de los vecinos, la favorecen. "Le dijimos a la alcaldesa que nuestra intención no es cerrar nada sino que se cumpla estrictamente la normativa en materia de Urbanismo y Medio Ambiente. Nosotros estamos a favor del desarrollo comercial de la zona, que incluye bares por supuesto, pero que revierta en algo beneficioso para el barrio, todo lo contrario de lo que está sucediendo ahora, que la zona solamente recibe los efectos negativos de esos negocios. Es un tema que le trasladamos y en el que no vamos a parar hasta que se resuelva por completo".