Sucesos

Nuevos ‘chutaderos’ en casas en ruinas de la calle Taxdirt

  • Vecinos piden el cierre de varios inmuebles y el “miedo” que hay entre los mayores a salir a la calle

Una vista de uno de los ‘chutaderos’, en un penoso estado repleto de basuras.

Una vista de uno de los ‘chutaderos’, en un penoso estado repleto de basuras. / Pascual

El nefasto influjo de la calle Nueva, donde se erige uno de los principales puntos de venta de drogas de la ciudad, se sigue notando en el barrio de Santiago. Si operarios del departamento municipal de Infraestructuras clausuraron con los pertinentes permisos el pasado lunes 13 de septiembre un ‘chutadero’ utilizado por drogadictos en el número 28 de la calle de la Merced, vecinos de la calle Taxdirt (también conocida en la ciudad como calle de la Sangre) han denunciado la degradación de otro inmueble en esta conocida vía del barrio de Santiago.

“De un tiempo a esta parte han destrozado aún más de lo que ya estaba el antigua bar de ‘Las Tres Copas’ y han entrado en el solar de al lado”. Estos dos inmuebles fueron ocupados en tiempos por el referido bar, que cerró cuando el cuartel de artillería de Tempul fue cerrado y demolido, así como por un bar-discoteca con terraza de verano “que cerró hace décadas”.

Los vecinos destacan que la degradación ha sido paulatina. Así, Luis (un vecino de toda la vida que tiene a su familia en el barrio aunque vive en la cercana Icovesa) destaca que “en estos momentos a las personas mayores, como mi madre, ya les da miedo salir a la calle”.

La degradación ha sido paulatina si que se le haya puesto remedio. El cierre de Jerez Industrial dio lugar a su expolio así como al robo incluso de todo tipo de materiales para su venta en chatarrerías. A la antigua fábrica de cartonajes y artes gráficas le siguieron los locales adyacentes ya mencionados. En estos momentos, tan sólo se mantienen con actividad en la calle Taxdirt el primer tramo, hasta el cruce con la calle Armas de Santiago, así como el Seminario Diocesano y el Parque Zoológico.

El nefasto influjo de la calle Nueva y la venta de drogas afectan a toda la zona

El cierre de este tipo de inmuebles es siempre complicado, pues debe ser acometido con el consentimiento del propietario quien debe hacerse cargo de los gastos que generen las labores de albañilería, aunque también se pueden esgrimir motivos higiénico-sanitarios para acometer dichas obras con permiso de la autoridad judicial.

Cabe destacar que recientemente, tal y como adelantara Diario de Jerez, se creó en el barrio la Plataforma por las calles Nueva y Cantarería que pretende recuperar los valores del barrio desde un punto de vista cultural que permita a este barrio gitano de Jerez “volver a ser lo que fue”.

Sin lugar a dudas, y a pesar de que la última acción policial contra el tráfico de drogas en la calle Nueva se llevó a cabo hace apenas seis meses, las tareas de venta de dosis en pequeña escala (’menudeo’) prosiguen en la zona y se erigen en uno de los principales problemas sociales y policiales de la zona.

Además se da la circunstancia que esta zona se ha erigido en un lugar de paso para muchos conductores que desean salir del casco urbano viniendo de la zona centro, algo obligado tras el cambio de dirección acometido en los accesos al barrio de Picadueñas.

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