Jerez

El cielo se tiñe de color y caramelos

  • La lluvia no estropeó la esperada cabalgata de los Reyes Magos por las calles de la ciudad · Animales, siete pasacalles, diecinueve carrozas, mil figurantes y nueve agrupaciones completaron la comitiva real

Miles de jerezanos salieron ayer a la calle para vivir la noche más mágica del año. El tiempo le hizo un guiño a los Reyes Magos y la lluvia no estropeó la esperada cabalgata de Sus Majestades, de algo tiene que servir que los de Oriente hayan llegado a la ciudad con mucha magia. Ya lo dijeron en su nombramiento, "este año vamos a ser magos de verdad", y así ha sido, porque los paraguas en lugar de servir para cubrirse de la lluvia, ayudó a más de uno a recoger muchos más caramelos. A pesar de que el Ayuntamiento había planificado un itinerario alternativo en caso de precipitaciones, la comitiva salió del parque González Hontoria con la intención de recorrer las tradicionales calles de Jerez. Eso sí, no hubo lluvia pero los jerezanos tuvieron que abrigarse muy bien por las bajas temperaturas que se registraron durante la jornada.

Desde las cinco y media de la tarde, la avenida Álvaro Domecq se llenó de pequeños con bolsas para recoger juguetes y los dulces de la cabalgata, y la tradicional estampa de los niños sobre los hombros de sus padres fueron de nuevo protagonistas de la pasada noche, una imagen que se repite en cada rincón de la ciudad. Muchas sonrisas, nervios y miradas de complicidad. Los jerezanos dejaron atrás las preocupaciones y volvieron a su infancia para disfrutar como sus hijos de la noche de Reyes. Por eso, no fue extraño ver cómo en los rostros de los mayores también se vislumbraba una sonrisa ante el paso de las carrozas.

Diecinueve carrozas, un millar de figurantes aproximadamente, casi una treintena de animales y siete pasacalles fueron los que dieron vida a la comitiva de Sus Majestades hasta la hora de la Adoración en la alameda Cristina. Las nueve agrupaciones musicales marcaron el paso de los acompañantes y provocaron que más de un jerezano también se moviera al ritmo de la animada música mientras veía la cabalgata. Villancicos tradicionales, canciones populares y hasta música celta con los gaiteros fueron algunas de las sintonías que se pudieron escuchar durante la tarde.

La ciudad tenía muchas ganas de cabalgata y así lo dejó patente, puesto que los Reyes Magos estuvieron respaldados por los jerezanos hasta la noche. A dos manos, Sus Majestades y los pajes no dejaron de tirar los caramelos desde sus tronos, sillones que este año se han hecho nuevos. Más de 20.000 kilos de este dulce 'llovió' del cielo, una cantidad algo menor que la pasada edición. Aún así, los pequeños quedaron satisfechos y seguro que de camino a casa se llevaron más de una bolsa llena de ellos. Casi una hora de cabalgata que hizo las delicias de los más niños, dando el pistoletazo de salida a la noche más larga de los Reyes Magos. Pero la extensa duración no fue impedimento para que los jerezanos no dudaran en 'plantarse' en otro rincón del centro para volver a ver la cabalgata de la ilusión.

Además de las carrozas, muy iluminadas este año, resaltaron algunos muñecos como el 'genio de la lámpara' que abría el cortejo de Melchor, un león y el caldero de Astérix y Obélix que echaba humo y pompas de jabón. La mascota de la cabalgata tampoco faltó en la comitiva, ya que el Ratón Pérez salió de nuevo a las calles de Jerez en los primeros puestos para convertirse en un elemento imprescindible en esta cita.

En definitiva, la noche mágica de Reyes fue más mágica que nunca. El cielo se tiñó de color, sabor y emociones, dejando el negro de las nubes a un lado y despidiendo el cinco de enero con las mejores de las sonrisas. Los pequeños se acostaron pronto, dejando en la mayoría de las casas un vaso de leche y algo de comida. Sin embargo, a los Reyes le quedaba una larga noche para que al alba las emociones vuelvan a invadir los hogares jerezanos.

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