A la vuelta de la esquina

Si no cobro, no compro

Detrás de cada persona en desempleo hay un problema: finalización de las prestaciones por desempleo, que sean jóvenes y no encuentren su primer empleo; hijos en edad escolar; hipotecas, vehículos y sus reparaciones, vacaciones, renovación de enseres de la vivienda, aportación a las ONG... Gracias a instituciones solidarias y familias esto se amortigua. Me decía un comerciante del centro que había muchos ciudadanos paseando pero que no hay muchas bolsas de haber comprado algo.

Yo soy partidario de la sobriedad, no soy gastoso. Pero esa obsesión por recortar, esa fijeza en bajar gastos, en bajar impuestos... creer que la bajada de impuestos y el recorte provocará el crecimiento económico es un dogma aplicado por Margaret Thatcher y la escuela de económicas de Chicago, con su mentor Milton Friedman. Este premio Nobel impulsó, teóricamente, los métodos empleados por el dictador Pinochet en Chile. Es como decir: recortando el déficit y rebajando los impuestos a los empresarios privados, éstos invertirán y crearán nuevos puestos de trabajo.

La otra escuela es la iniciada por Keynes, que teorizó sobre la reforma del sistema capitalista, igual que ahora el premio Nobel norteamericano Paul Krugman. Dicen que hay que invertir desde el sector público que a su vez  contrata a empresas privadas. Y animar el consumo poniendo dinero en manos de las familias y los trabajadores. Hay que subir impuestos a las fortunas y empresas. Hay que  animar el mercado.

La derecha en Alemania impone fórmulas de ajustes, pero tienen también un mercado interior empobrecido y sueldos miserables. ¡Aunque su prima de riesgo sea el modelo a seguir! El conservador David Cameron sigue  el camino de Thatcher y Merkel.

Si en Jerez, los miles de puestos de trabajo al servicio del pueblo no cobran, se producirá una recesión más grande que en el resto de España. Las mujeres de Acasa, además de no cobrar su salario por el trabajo realizado, “cobran” palos de la Policía Nacional. He visto, y revisto, los videos de la intervención de valientes acorazados, y en vez de defender la causa justa, alegan recibir órdenes y obediencia debida. Según lo visto y por la información de ciudadanos de banca, que pasaban por allí, y testigos presenciales, fue desproporcionado. ¿Son condotieros?

Los trabajadores del transporte público, trabajan y no cobran, las mujeres de Limasa hacen lo mismo: trabajar y no cobrar. Los trabajadores municipales no compran en el comercio porque les deben varias nóminas. El mismo Ayuntamiento no tiene fondos para atender tantas demandas.

El comercio está casi hundido: ¡Si no cobran, no pueden comprar! Hay que refundar el sistema capitalista.

A los que trabajan les tienen que pagar, y los plenos se deben celebrar.

Hay que elegir entre Friedman y Krugman. Dentro del capitalismo prefiero al segundo.

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