Jerez

Un colegio con verdadero espíritu de familia desde 1838

  • El centro de los marianistas se ha convertido en toda una institución en la ciudad y ha sido el responsable de la educación de varias generaciones de jerezanos

El colegio Nuestra Señora del Pilar se creó en 1838 como colegio de Humanidades San Juan Bautista y en 1888 se hicieron cargo de él los religiosos marianistas. Según explica el actual director general, Carlos Díaz Chomón, "en 1959 los alumnos de Segunda Enseñanza se trasladaron al nuevo colegio Nuestra Señora del Pilar que los religiosos marianistas acababan de edificar en la finca Santa Fe. En 1977 el colegio San Juan Bautista (Preescolar y EGB) se trasladó de la calle Porvera a los pabellones de nueva construcción en Santa Fe y en 1996 se unificaron los dos centros adoptando como nombre común colegio Nuestra Señora del Pilar".

Carlos Díaz señala que el estilo educativo de este centro se caracteriza por "el espíritu de familia que reflejan las relaciones dentro de la comunidad escolar; el cuidado de una formación integral, con educación religiosa, práctica del deporte y numerosas actividades extraescolares y la formación para la justicia y la paz, implicando a los alumnos en proyectos de ayuda social, en voluntariados y con un buen clima de relaciones en una comunidad escolar bien integrada a pesar se su diversidad".

Otro de los aspectos que destaca es "la adaptación a los tiempos modernos" y como ejemplo señala que "la comunicación con las familias se realiza a través de la plataforma 'Educamos' en Internet. También tenemos una escuela de padres, intercambios con colegios extranjeros, además de ampliaciones escolares en Bachillerato". Apesar de que disponen de "unasbuenas instalaciones escolares y deportivas, con amplios espacios", se queja de tener que adaptarse a "una economía muy ajustada derivada de la insuficiente cuantía de los conciertos educativos para atender a los gastos de funcionamiento del centro y a las mejoras necesarias o deseables". También le gustaría "un salón de actos en mejores condiciones que el actual, ya que se trata de un espacio adaptado en el que no se puede atender a todas las necesidades del centro".

Respecto al tipo de alumnado, señala que "el acceso al colegio de los 3 a los 16 años queda decidido por los procesos de admisión propios de los centros sostenidos total o parcialmente con fondos públicos (conciertos educativos) y la zona escolar del centro incluye barriadas socialmente muy distintas. Por ello, la condición social de las familias de los alumnos es también muy distinta. Esto hace que el centro promueva y consiga una notable integración social entre sus alumnos. En primero de Bachillerato, que no está concertado, tiene lugar un nuevo acceso de alumnos permitido por el aumento de ratio en esta etapa y porque algunos de los alumnos que finalizan la Secundaria no siguen estudios de Bachillerato en el centro. Entre los alumnos que acceden a Bachillerato un grupo numeroso procede de poblaciones próximas como Sanlúcar, Rota y Chipiona".

En cuanto al profesorado, dice que "es una plantilla muy estable. Lo habitual es incorporarse entre los 20 y 30 años y jubilarse en el centro. De hecho, la llegada de nuevos profesores sólo se produce por ampliación de plantilla o para cubrir vacantes por jubilación. La edad media es de 43 años y de los docentes, un cuarenta por ciento son hombres y un sesenta mujeres".

Como principal característica del centro destaca "el entendimiento y buena relación entre el profesorado, entre el profesorado y la entidad titular y entre los profesores alumnos y padres. Se ha conseguido hacer realidad el espíritu de familia que procuramos como uno de nuestros distintivos". También dice que en El Pilar "la implicación de los padres en la educación de sus hijos es buena. El profesorado acusa particularmente algunas actitudes de exigencia excesiva hacia el centro o hacia su labor sin la oportuna dosis de compresión que nos debemos unos a otros; pero no se puede decir que sean frecuentes; quizá por ocasionales se sienten más".

Carlos Díaz llegó al colegio en 1969 y estuvo allí hasta 1976 como profesor de Matemáticas en Bachillerato y delegado de deportes. Después ejerció como inspector de los colegios marianistas durante dieciséis años y como director del Colegio Santa María del Pilar de Madrid durante ocho años. En 2002 disfrutó de un año sabático en el tercer mundo (Chaco argentino) y en 2003 regresó a Jerez. En la actualidad compagina la gestión y docencia, ya que imparte Matemáticas en primero y segundo de Bachillerato.

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