Jerez

El conflicto de Las Calandrias deja en huelga de hambre a tres trabajadores

  • Los empleados de la planta de reciclaje se irán sumando de forma gradual a la medida en defensa de mejoras salariales en el convenio · El gobierno local consiguió que las partes vuelvan a sentarse hoy

La cuarta semana consecutiva de huelga en Las Calandrias no pudo comenzar de peor forma. Tres trabajadores de la planta jerezana de reciclaje y compostaje, con el presidente del comité, Miguel Ángel Montes, a la cabeza, se apostaron ayer por la mañana a las puertas del Ayuntamiento y se declararon en huelga de hambre "indefinida" hasta tanto en cuanto no haya luz en la enconada negociación del nuevo convenio colectivo para la plantilla. A esta huelga de hambre está previsto que se sumen hoy mismo, según apuntó Montes, otros dos trabajadores más, "y así hasta que adopte la medida de protesta a lo largo de la semana gran parte de la plantilla". Además, la totalidad del personal se mantendrá en turnos de doce horas en concentración permanente en la calle Consistorio.

Como se recordará, la plantilla reclama que el nuevo convenio colectivo recoja una reducción en la jornada laboral y un salario acorde con el del resto de empleados de las concesionarias municipales -el actual apenas supera los 550 euros de salario base-. En este sentido, la empresa que gestiona el complejo, la UTE Sufi-Verinsur, ya rechazó de plano las pretensiones del comité lo que ha provocado que actualmente las negociaciones estén rotas.

La esperanza pasa ahora por la mediación de la Administración pública en el conflicto -ayer el Ayuntamiento de Jerez consiguió que las partes vuelven a reunirse hoy- y por que el Consistorio jerezano "obligue a la empresa, como hizo con Urbaser -la concesionaria de la basura-, a cumplir a 'rajatabla' con el pliego de condiciones de la concesión", relató Montes. "Si no cumplen que tengan valor y rescindan a la empresa, que la alcaldesa [Pilar Sánchez] se ponga de una vez del lado de los trabajadores y no de los empresarios", reclamó acto seguido.

Por lo que respecta al papel mediador de Ayuntamiento y Diputación en el conflicto, Montes lamentó que "siguen guardando silencio" y advirtió que "ya estamos muy cansados y hartos de que nos pisoteen", así que, a su modo de ver, la postura de los gobernantes debería ser "obligar a la empresa a cumplir con el pliego de condiciones o, cuanto menos, reiniciar la negociación con los representantes de los trabajadores".

Mientras tanto, la planta, que atiende a municipios de la provincia como El Puerto, Rota y Arcos, se encuentra a día de hoy "cerrada por orden de Aguas de Jerez y el Ayuntamiento, por lo que la basura que llega de la ciudad y el resto de localidades se está vaciando en el vertedero de Verinsur, algo que es ilegal", confirmó el representante de los trabajadores. Como ya adelantó este medio en días pasados, la idea de CCOO, central mayoritaria en Las Calandrias, es acudir esta semana a la Fiscalía de Medio Ambiente para denunciar al Ayuntamiento por un presunto delito ecológico. "Vamos a ir por lo Penal, a denunciar los vertidos ilegales, lo tenemos clarísimo y lo podemos demostrar, que metan una retroexcavadora en Aresur y verán montones de basura enterradas bajo la tierra", reconoció Montes.

Desde CCOO, José Manuel Trillo, que mantuvo ayer una reunión con representantes municipales y el secretario provincial del sindicato, Manuel Ruiz, recordó que "el Ayuntamiento nunca debiera haber permitido que los residuos urbanos de Jerez se depositaran en Verinsur, ya que con esta medida lo único que ha conseguido es alargar el conflicto", zanjó.

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