-Cumple 20 meses desde que fuera nombrado gerente de la Fundación Caballero Bonald. Una cifra redonda. ¿Qué balance hace de este tiempo?

-Cuando llegué a la Fundación, la entidad rodaba con una maquinaria bastante bien engrasada. El gerente anterior, Fernando Domínguez, así como todo el personal, tienen una experiencia y saben hacer las cosas de una manera muy profesional. Así que había mucho camino adelantado. Y nuestro presidente, José Manuel Caballero Bonald, es una persona inteligente, razonable, con mucho tacto y muy lúcido, y a la hora de tomar las decisiones pues nos ayuda mucho. No sólo resuelve, sino que hace propuestas.

-Usted, como hombre de la cultura, se sentirá aquí como pez en el agua.

-La verdad es que me siento muy cómodo. Yo llevo otras cosas en el Ayuntamiento, pero este en concreto, como me gustan las letras, pues es un cargo bastante agradecido porque tengo la oportunidad de relacionarme con gente de ese mundo, sabia e intelectual.

-¿Se han cumplido los objetivos que se propuso cuando llegó?

-Sí, el objetivo fundamentalmente era conseguir que se mantuviera el funcionamiento de la Fundación, porque es verdad que esto tiene una tarea artística y de gestión. Y es verdad que tenemos mucha ayuda, sobre todo del Ayuntamiento, sin la cual no existiríamos tal como somos, y para otras cosas nos apoyan las administraciones y entidades privadas, es el caso ahora para el XVII Congreso de la Fundación, del Banco Santander, la Fundación Cajasol... Pero eso hay que trabajarlo y mimarlo, y esa era una de mis tareas. Aquí no estoy para sustituir a nadie, sino porque Fernando ya se jubiló, una persona aquí muy apreciada, que es patrono de la entidad. Estamos en permanente contacto para todos los temas, algo que es muy bueno para nosotros.

-Aunque la maquinaria estaba bien engrasada, como usted dice, pero ¿qué más provecho se le puede sacar a la entidad?

-Bueno, todo depende de la financiación. Y ahí estamos, y con el Premio de Ensayo ya hicimos en 2014 un acuerdo de dos años, que antes no existía, con la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, que es quien patrocina el galardón. E intentamos conseguir más financiación y más programas de cara, sobre todo, a fomentar la lectura, que era más que nada mi ambición cuando llegué. Ya se hacía, pero yo quiero hacer más hincapié en ello. Queremos tener más presencia en los institutos y los días previos al Congreso nos moveremos por estos con la ayuda del Centro de Profesores (CEP). Tenemos que pensar en la gente y convencerles de los beneficios de la lectura.

-La Fundación, para algunos ciudadanos, puede parecer que gira sólo en torno a Bonald.

-Bueno, es un lugar de encuentro de la gente que es aficionada a las letras, que es un campo muy amplio y que incluye desde el cómic hasta los clásicos grecolatinos. Y con esa intención se hacen todos los programas que desarrollamos. Hay presentaciones de libros, conferencias, lecturas... Tenemos una biblioteca de la Generación del 50 (a la que pertenece Bonald) abierta al público, material para investigadores sobre Bonald... Aquí damos mucho juego.

-¿Qué les diferencia de otras fundaciones?

-Hay mucha variedad, depende sobre todo del soporte económico que tengas, y aquí no nos podemos quejar. Pero me consta que hay otras fundaciones que lo pasan mal. Nosotros no podríamos sustentarnos por sí solos, y más en este país, que no hay una Ley de Mecenazgo. Y los patrocinios privados acuden a cosas más populares que la literatura.

-El pasado año se estrenó en el Congreso con tres días dedicados a Alfonso X y la literatura, este año (del 21 al 23 de octubre) se enfrenta al ensayo. ¿Qué espera de esta XVII edición?

-El pasado año era un congreso más difícil porque la materia era un poco más árida. Y este año, con el ensayo, nos acercamos más al público, y viene gente muy conocida del mundo de las letras, que más que estar en el púlpito bajan al suelo. Tal es el caso de Santos Juliá (Premio Bonald de Ensayo 2014), García Gual, Román Gubern... Para las personas a las que les interesa el mundo de las letras, el congreso es apasionante. Y podemos decir que estamos prácticamente completo de inscripciones.

-Hay un tema que se demanda mucho para el congreso que es el vino y la literatura. ¿Para cuándo?

-Bueno, en la próxima reunión para elegir temas tomaremos nota (risas), que es verdad que ya ha salido otras veces.

-El ciudadano se nutre de la Fundación, y ¿cómo se nutre usted de ella?

-Siempre me han gustado los libros y la literatura y me parece un poco vanidoso decirlo, pero ya se me conocía por esa sensibilidad. Yo era un hombre muy a mano para este cargo por eso de estar también en el Ayuntamiento, así que me llamaron. Y aquí estamos, muy satisfechos.

-Y escribir, no ha escrito ningún libro aún.

-No, porque soy muy crítico conmigo mismo, lo hago todo muy mal (bromea y ríe).