Lo están dando todo para garantizar el abastecimiento y para desinfectar las calles, principalmente en la zona rural, pero también sufren las consecuencias del coronavirus. Asaja-Cádiz pone voz a los agricultores y ganaderos de la provincia en una carta dirigida a las Administraciones locales para solicitar que adopten una serie de medidas, a la mayor brevedad posible, que les permita seguir adelante con su labor ‘esencial’ de producir alimentos.

“Estimado alcalde”, comienza el escrito en el que la organización agraria reclama la atención de los regidores para el sector agrario, para el que solicita la eliminación del Impuesto de Circulación de Vehículos, incluidos los agrícolas;la supresión de la tasa de recogida, tratamiento y eliminación de residuos; y la exención del IBIRústica.

“En estos momentos es cuando hay que demostrar con hechos que si el campo es una actividad esencial y estratégica, necesita que se mire por ella y que no se escatimen medidas ni dinero para apoyar y ayudar a nuestros agricultores y ganaderos”. señala la carta, en la que agradecen de antemano la disponibilidad y sensibilidad con el sector de los alcaldes, al tiempo que ratifican su compromiso con la sociedad que, “en estos momentos, estamos demostrando más que nunca”.

Asaja-Cádiz traslada su ánimo y apoyo a los regidores de la provincia ante la crisis sanitaria, “que está provocando, además de por supuesto pérdidas humanas, una situación económica insostenible con un escenario a corto y medio plazo muy difícil”.

Del mismo modo, la organización se hace eco de su honda preocupación por la situación de los agricultores y ganaderos por la “multitud de problemas y dificultades a las que se enfrentan a diario para poder suministrar a la población alimentos de máxima calidad”.

En este sentido, en la misiva se hace especial hincapié en la situación de distintos subsectores “que lo están pasando realmente mal”. En concreto, cita la situación desesperada de la flor cortada, abocada al cierre de actividad si no se toman medidas tras la suspensión de la Semana Santa, Fallas, Ferias, etc.; los ganaderos de ovino y caprino de leche, cuya producción se ha reducido para adaptarla a la demanda de la industria quesera, que a su vez registra un descenso de su facturación de más del 40%; y los ganaderos de vacuno de carne, ovino y caprino de carne y porcino, igualmente afectados por la paralización del canal horeca (bares, hoteles, restaurantes...) al que van destinadas sus producciones.