El jurado del 'crimen del botellón' comenzará a deliberar hoy por la mañana para alcanzar un veredicto a las cuestiones que ayer por la tarde quedaron plasmadas en un cuestionario. El presidente del tribunal, Ignacio Rodríguez, se reunió ayer por la tarde con las partes y les mostró las preguntas que deberán responder los miembros del tribunal popular por si tenían algo que objetar. Según la forma en la que las responda el jurado, el magistrado profesional deberá elaborar su sentencia.

Por la mañana se celebró la última vista de este terrible caso que acabó con un menor de edad muerto a puñaladas. Nuevamente se confirmó que nadie vio a Fernando M. pasarle el arma homicida a Jaime D. Es más, un testigo aportado por el letrado que le defiende, Agustín Velloso, destacó en una sesión a puerta cerrada que cuando se montó la pelea él estaba con Fernando y su novia.

Los testimonios más esperados fueron los de los forenses. Hubo tres tipos de análisis. De un lado las heridas que provocaron la muerte al menor de nombre Jairo y, de otro, las que tenía en su cuerpo el presunto homicida, y en tercer lugar el análisis del arma.

Sobre las primeras, señalar que una fue directa al corazón, dos a la altura de las costillas rozando el hígado y otra a la axila, que sólo alcanzó masa muscular.

Por su parte, una herida que el joven acusado de homicidio tiene en su mano fue calificada por el forense como susceptible de haberse producido al intentar quitar el arma blanca, lo que supone ponerla en manos de la víctima, algo que obviamente fue especialmente destacado por su abogado defensor, Manuel Hortas.

En su exposición, el abogado que defiende los intereses de la familia de Jairo, Alfredo Velloso, destacó que la navaja en cuestión no tiene topes y que la puñalada mortal tocó en el esternón, lo que pudo provocar que el presunto agresor se cortada al asestar la puñalada. "Si pinchas en hueso la navaja se te puede escurrir, si apuñalas en una zona blanda no se escurrirá", destacó el abogado jerezano. La herida en el corazón fue mortal de necesidad con shock hipovolémico (pérdida de sangre) incluido.

Según los forenses, el principal acusado también tenía otras heridas de arma blanca además de la de la mano: un pinchazo en el codo, un corte en el cuello de poca importancia y otra en la flexura del codo, además de un hombro dislocado y un hematoma en el ojo izquierdo que achacó más a un puñetazo que a una 'torta'. Sobre la navaja, había ADN de Jairo y de Jaime. Ni rastro del de Fernando.

De otro lado cabe destacar que entre las preguntas que contestará desde hoy a las 10 horas el jurado ninguna de ellas versará sobre la posible responsabilidad civil del Ayuntamiento. Ese aspecto será visto directamente por el magistrado que adopta dicha decisión por jurisprudencia del Supremo.