La crisis deja ya en el garaje al 40% de los vehículos de transporte

La subida de los combustibles, la paralización del sector de la construcción así como la caída del consumo están provocando que el número de vehículos destinados al transporte de mercancías por carretera haya caído en picado desde que comenzara el año.

Según datos de la Asociación Provincial del Transporte, el 40% de los camiones censados en la ciudad no están renovando la licencia administrativa, documento que les faculta para la realización de labores propias de la logística, es decir el transporte de mercancías. Dichas renovaciones se llevan a cabo cada dos años, es decir, bienalmente y son un requisito indispensable para que un conductor pueda ejercer del transportista.

Dicha caída del 40% en el número de vehículos dedicados a la referida labor no significa de forma obligada que el empleo haya caído en igual medida. La cifra de personas dedicadas al transporte de mercancías lleva disminuyendo desde 2007, cuando comenzó la actual crisis económica. Este descenso viene a significar que muchos transportistas han decidido aparcar algunos de sus vehículos de forma indefinida para de esta forma ahorrarse tanto la licencia (que no es especialmente gravosa) como otros conceptos más caros como los seguros, el combustible "y sobre todo el riesgo de ser sancionados por las continuas inspecciones que se llevan a cabo", apunta Antonio Gutiérrez, secretario general de la Asociación Provincial del Transporte.

"Uno de los requisitos para poder renovar la licencia administrativa pasa por estar al día con Hacienda y la Seguridad Social, así como estar a cero en lo que a multas y sanciones se refiere, algo complicado dada la presión que se ejerce al respecto al estar las arcas como están".

Un dato especialmente importante es el alto precio que tienen en la actualidad los combustibles, especialmente el gasoil, que es el carburante que mueve el transporte nacional. "En lo que va a de año el precio del gasoil ha subido un 8,7%. A este hecho, que es realmente grave, hay que unir que hay poco trabajo, que el que sale se paga al mismo precio que hace años, que por dicho motivo los beneficios si es que los hay disminuyen aún más y que, para colmo, los impagos están asolando al sector". "Cuando sube el petróleo los combustibles suben de precio en horas, pero cuando baja el petróleo los precios tardan meses en bajar si es que lo llegan a hacer. Esto no es serio", denuncia el secretario de la APT.

A la hora de apuntar a los malos pagadores, las administraciones públicas (sobre todo Estado y autonomías) están al frente de esa mala práctica. "No se respeta la ley que obliga a pagar en 30 días", apunta Gutiérrez quien añade que "esta penosa circunstancia está provocando que haya empresas que se hayan visto obligadas a cerrar o a despedir empleados".