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“Es dañino que los niños se obsesionen con sus tablets”

  • Entrevista de Marco A. Velo con el informático Adrián Zarzuela

“Es dañino que los niños se obsesionen con sus tablets”

“Es dañino que los niños se obsesionen con sus tablets”

Alberto Villagran Inmobiliaria Alberto Villagran Inmobiliaria

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¿Cómo nace tu vocación por la informática?

De pequeño relacioné mi gusto por la informática con la visión de futuro. Me gustaba pero no me apasionaba. Enseguida me animé a comenzar mi formación en un Grado Superior de Informática. Pues bien: recuerdo la primera clase de Programación despertó en mí tantísimo interés que estuve toda la tarde, durante cuatro o cinco horas, viendo vídeos especializados en esta materia. Me enganchó. Me atrapó. Incluso tenía curiosidad por adelantarme en las materias. Supe que aquello era lo mío. La informática es presente y futuro de la empresa. Presente y futuro de la sociedad.

¿A qué edad ha de comenzar un niño a manejarse en el aspecto informático?

Considero que todo tiene su proceso. No vale ser precoz. No hay que precipitarse. Parece que los niños ya nacen programados para lo digital. Pero a la edad temprana no deben circunscribir su tiempo exclusivamente en estar obsesionados con la tablet o con el móvil. Es dañino. Los padres han de estar muy atentos. Una cosa es que se vayan familiarizando con un manejo inicial o que disfruten con algún vídeo infantil pero no quedarse abstraídos ante estos dispositivos. Los niños, los jóvenes, deben cultivar la comunicación presencial, directa, humana, de tú a tú.

¡Y tanto!

Es que yo conozco a programadores informáticos, que son formidables en lo suyo, y por haber carecido de las relaciones personales, no llegan a ningún sitio. Programan de locura pero tienen que trabajar solos porque son incapaces de mantener trato con el resto de sus compañeros. No saben hacerlo. Siempre se relacionaron con su ordenador… y poco más. Es peligroso porque nos convertimos en adictos de la pantalla sin apenas darnos cuenta.

La informática en las empresas continúa siendo un factor vital para que pueda innovar en productos y servicios a clientes?

Te pongo un ejemplo muy claro. Con el Covid han bajado la venta de bastantes empresas. ¿Qué han hecho muchas de ellas? Pues apostar por la informática. Para, cuando regresara la normalidad, estar en la delantera de la cualificación informática. Ahora de tu posicionamiento en Internet depende muy mucho el éxito de ventas.

¿El confinamiento y esta nueva sociedad pospandémica -que lo es del auge del teletrabajo- ha reforzado el papel esencial de la informática como herramienta profesional?

- Aquí ha habido una diferencia grande entre esta parte de Andalucía y Madrid o Barcelona. Con el Covid todo ha avanzado demasiado rápido. Ahora trabajamos más, e incluso mejor, desde casa. Las empresas de afuera, incluso las extranjeras, se han dado cuenta que la mano de obra aquí, en Andalucía, es más barata que en Madrid o Barcelona. Y se rinde igual, por no decir mejor. En nuestra especialización se han subido considerablemente los salarios. Afortunadamente. La pandemia ha puesto en valor, de alguna manera, determinados oficios.

¿Existe mucho intrusismo en la profesión?

Los enchufes siempre existen pero los programadores tienen que darse a valer. Quien no domine la materia enseguida es detectado y además de un modo que perjudica visiblemente a la empresa. Salta pronto a la vista quien finja ser programador.

¿Cuál es el próximo avance de la informática que nos dejará a todos helados?

Nunca se sabe, no se puede prever. Tú te pones a ver películas de antaño y observas ordenadores que comenzaban a funcionar por sí mismos y la sociedad se echaba las manos a la cabeza. Ahora la informática va avanzando a velocidad de relámpago, mucho más rápido de lo que pensamos. Con tanta rapidez que nadie, a decir verdad, puede controlarlo. Por eso no podemos despistarnos. Y estar muy atentos.

¿Qué deseas añadir?

El lado humano de la informática. Es necesario resaltarlo. Durante el confinamiento hemos visto ancianos disfrutando a través de las tablets de sus nietos, por ejemplo. Comunicándose ellos con familiares que en esos duros momentos no podían estar a su lado. De esa comunicación digital, en casos como el expresado, sí hay que valerse. Algo que era impensable: personas mayores, muchas de ellas que no sabían ni usar el móvil, que ahora, mira por dónde, hablan con sus hijos y nietos por vídeo/llamadas. ¿No es eso una alegría?