Jerez

El desenfreno de las inversiones filipinas en el exterior

Muchos expertos explican el desenfreno de inversiones de empresarios filipinos en el exterior a que, pese a la sustancial mejora en el país por los cambios introducidor por el presidente Benigno Aquino, aún subsisten algunos problemas. Hay miedo y la mejor forma de poner a seguro el dinero es invirtiendo fuera.

El caso de Andrew Tan, el propietario de Bodegas Fundador, es de los más sonados, pues el dueño del Grupo Emperador inició la diversificación de sus negocios en Europa con mil millones de dólares para invertir bajo el brazo. Tras pujar por el coñac francés Louis Royer, finalmente se hizo con el whisky escocés White and Mackay (más de 700 millones de dólares), con Torre Espacio en Madrid (560 millones) y con Fundador.

La principal empresa filipina de comida rápida, Jollibee Foods, compró el año pasado el 40 por ciento del capital de la cadena estadounidense de hamburguesas Smashburger, por 99 millones de dólares.

Betty Ang, otra de las grandes fortunas de la antigua colonia, también se ha lanzado a la conquista de Europa. Su empresa de fideos instantáneos Monde Nissin, ha adquirido la marca británica de productos sucedáneos de la carne Quorm por m,ás de 800 millones de dólares, a las que se unen otras dos marcas australianas de fideos y zumos adquiridas con anterioridad.

Otro ejemplo reciente lo protagoniza Enrique Razon, con intereses en la gestión de puertos, aunque centrado en Asia y en el sector de los juegos de azar. Hace unos años invirtió mil millones de dólares en un casino en Manila y ahora compra islas en Corea para construir complejos de ocio.

Hay otros muchos ejemplos de inversiones filipinas en el extranjero y no sólo en la alimentación o el juego, pues también abarcan el petróleo, las telecomunicaciones, cómida rápida...

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