Jerez

El encaje de Sáenz de Santamaría retrasa la nueva cúpula de Casado

  • La promesa del nuevo líder del PP de integrar a la candidatura perdedora choca con sus concesiones a los dirigentes que apoyaron a la ex secretaria general, María Dolores de Cospedal

Soraya Sáenz de Santamaría saluda a los asistentes al congreso del PP mientras Pablo Casado y Mariano Rajoy la aplauden.

Soraya Sáenz de Santamaría saluda a los asistentes al congreso del PP mientras Pablo Casado y Mariano Rajoy la aplauden. / juan carlos hidalgo / efe

El nuevo presidente del Partido Popular, Pablo Casado, se enfrenta a partir de hoy al reto de cumplir su promesa de coser el partido y dejar atrás el convulso proceso de primarias. La principal dificultad pasa por el encaje de su rival en la pugna por el liderazgo de los populares, Soraya Sáenz de Santamaría. Casado pretende cerrar esta misma semana la confección de su nuevo equipo, en el que ha dejado huecos vacíos para integrar a miembros de la lista de la ex vicepresidenta, que obtuvo el apoyo del 40% de los compromisarios en la votación del pasado sábado.

Su intención es ponerse en contacto lo antes posible con Sáenz de Santamaría para concertar una reunión que allane el camino antes de convocar el Comité Ejecutivo Nacional. Casado busca ofrecer un puesto acorde con la trayectoria de una política que ha tenido la responsabilidad de mantener en funcionamiento el Gobierno de España durante uno de los periodos más críticos de la historia reciente.

El presidente del PP ofrecerá a su rival un puesto acorde con su trayectoria política

Pero la ex vicepresidenta ha trasladado a su círculo más cercano que no tiene prisa y pretende tomarse un tiempo para reflexionar sobre su futuro. "No voy a aceptar nada hasta que no me lo propongan", incidió Sáenz de Santamaría en sus primeras declaraciones tras conocer el resultado de las votaciones, al ser preguntada si aceptaría ser secretaria general del partido.

Otra de las alternativas que barajaría Casado sería aprovechar la experiencia de su rival en el Congreso para nombrarla portavoz del grupo parlamentario en sustitución de Rafael Hernando, pese a que éste está dando la talla en los casi cuatro años que lleva ejerciendo esta responsabilidad. Sáenz de Santamaría está considerada de una de las mejores oradoras del hemiciclo, aunque estas cualidades no salieran precisamente a relucir en su discurso en el cónclave del pasado fin de semana, donde muchos militantes coincidieron en que su frialdad contrastó con la emotividad de la intervención de Casado.

El futuro de la ex número dos del Gobierno de Mariano Rajoy también podría pasar por Madrid, una comunidad clave en las aspiraciones electorales del PP y que está amenazada por el ascenso de Ciudadanos y los escándalos que se han llevado por delante a Cristina Cifuentes o Ignacio González, entre otros dirigentes. El nuevo presidente del PP barajaría colocar a Sáenz de Santamaría como cabeza de cartel de los populares para la Comunidad o como alternativa, para el Ayuntamiento de la capital.

Los miembros del equipo de la candidata derrotada que pasen a la nueva dirección van a estar en franca minoría no sólo frente a los partidarios de Casado, sino también frente a los que aporta la ex secretaria general María Dolores de Cospedal, que quedó apeada de la carrera de las primarias en la primera vuelta celebrada el pasado 5 de julio. No en vano, los apoyos de los simpatizantes de Cospedal fueron a la postre determinantes en la derrota de Sáenz de Santamaría.

Pablo Casado se estrenará hoy como líder de los populares en Galicia, donde asistirá al funeral institucional en homenaje al primer presidente de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, que se celebrará en la Catedral de Santiago. Allí coincidirá con uno de los principales barones regionales del PP y actual jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien ayer defendió que su elección como nuevo presidente del Partido Popular no supone un "giro" ideológico hacia la derecha, sino que se trata de una apuesta por "la renovación" personificada en un líder que "tiene 37 años" y ha sido escogido por los compromisarios "para que dure".

"El titular fácil puede ser la vuelta a la derecha, pero el real es que el relevo que ha realizado el partido es impecable. Yo, personalmente, no he girado hacia ningún lado. Estamos donde estábamos", afirmó Feijóo en una entrevista en La Voz de Galicia recogida por Europa Press. Feijóo, que no desveló ni antes ni después del Congreso a cuál de los candidatos a suceder a Mariano Rajoy apoyó; mantiene que su posición de "neutralidad" puede ayudar de mejor manera a su partido a la hora de "restañar" los "rasguños" que hayan quedado tras el proceso interno.

Pese que Feijóo no confirmó públicamente a qué candidato apoyó, cargos del PP gallego próximos a él sí reconocieron públicamente su apuesta por Pablo Casado, quien le ha pedido que se una a su nuevo equipo.

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