verano

Una escuela de pequeños exploradores

  • La nueva edición de la Escuela de Naturaleza cuenta con 90 participantes durante julio y agosto

  • La botánica y la zoología son el hilo conductor de la experiencia

Una nueva experiencia salvaje ha comenzado ya en el Zoobotánico. A comienzos del pasado mes de julio dio el pistoletazo de salida una nueva edición de la Escuela de Verano, actividad característica del parque durante los meses estivales.

Casi 90 niños de edades comprendidas entre 6 y 12 años, estudiarán durante una semana una serie de conocimientos puntuales sobre zoología, botánica y sensibilización ambiental, además de conocer las diferentes zonas en las que se divide el parque, observar cómo trabajan los veterinarios y biólogos y participar en diferentes actividades manteniendo el contacto directo con la naturaleza. Los más pequeños de la familia se convierten en auténticos exploradores que, con su cuaderno de campo y unos prismáticos, descubren poco a poco la fauna salvaje junto a las diferentes especies que pueden encontrarse en el Zoobotánico, desde los grandes leones, jirafas e hipopótamos, hasta los más pequeños como los suricatos, los monos capuchinos y los titis.

Pero esto no es todo. A lo largo de la semana en la escuela, los pequeños biólogos conocerán la vida diaria del Zoo, pasando por el cuidado y alimentación de los animales salvajes, el quirófano y la incubadora, hasta la observación de las nuevas crías nacidas recientemente en las instalaciones.

Durante la Escuela de Naturaleza, la vegetación no es menos importante. Para conocerla de cerca, los participantes conocerán durante la experiencia cuál es el tipo de flora que puede encontrarse en las diferentes zonas del continente, estudiando las hojas y las diferentes partes que forman la planta.

Las actividades están diseñadas de manera que además de proporcionar un conocimiento directo de una institución dedicada a la conservación de la vida salvaje, fomente una conciencia de respeto y sensibilidad tan necesaria para preservar el futuro patrimonio natural. Desde el Zoobotánico, explican que "novedades de contenidos respecto a los años anteriores no hay porque los niños funcionan muy bien aunque sí tenemos actividades novedosas como la visita a Medio Pico o que los niños entiendan qué es el enriquecimiento ambiental", comenta Ana Timermans, directora del Zo.

Cabe destacar que Medio Pico, el buitre leonado más peculiar del parque, ha recibido la visita de los pequeños naturalistas después de haber sido reinsertado en su colonia tras ser sometido a una operación de implante de pico. Además, los alumnos de la Escuela de Verano han podido conocer cómo se lleva a cabo el enriquecimiento ambiental con una de las especies más exóticas del Zoo, los leopardos.

"Que los niños conozcan este tipo de actividad es muy importante para que sepan cómo trabajamos en el parque. Nosotros siempre queremos que las especies sientan que están como en casa y por ello llevamos a cabo este tipo de actividades en las que le colocamos el alimento en un sitio estratégico, antes de que salgan de sus dormitorios, para que tengan la mente ocupada el mayor tiempo posible y sientan que están en su hábitat", apunta Timermans. El amor por los animales y plantas se condensa un año más en las instalaciones del parque jerezano gracias a las diferentes actividades que se ponen en marcha para concienciar y educar a los más pequeños de la familia sobre el cuidado a la naturaleza.

"Nuestro objetivo es que los niños descubran su pasión por la naturaleza, los animales y aprendan a cuidar el medio ambiente. Hay niños que repiten cada año porque quieren seguir aprendiendo e incluso niños que saben hasta más que yo", explica Marta Jiménez, licenciada en Gestión Forestal y monitora de educación ambiental en la Escuela de Verano. La Escuela de Verano es una de las actividades que se celebran dentro del 65 aniversario del Zoo, cuya programación se extiende hasta el próximo mes de octubre.

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