Si al Rocío va un millón de personas, existe un millón de momentos, un millón de Rocíos.

Este es uno de ellos: sentado en su sillita, Juan Marín Caballero, con 72 años y mucha devoción rociera, espera desde que se jubiló como tonelero en el año 2011 al Simpecado de la Hermandad del Rocío de Jerez. Lo hace en la carretera del Calvario, junto a la entrada de la finca El Barroso.

"Mi mujer y yo cogemos por la carretera de Sanlúcar a Las Tablas y nos ponemos aquí, tranquilitos, debajo de este eucalipto, para ver pasar el Simpecado, a los peregrinos y a las carretas de Jerez". Juan le pide a la Virgen del Rocío que este año una de las personas que encarnen a los Reyes Magos en Jerez sea un tonelero "por la aportación que ha hecho este colectivo a la ciudad de Jerez". En la imagen tomada ayer, Juan y su mujer coinciden en el Camino con el conocido venenciador Paco Gandón.